En Sueño Profético decían:
Se va a hablar del espíritu como si fuera otro cuerpo que con el cuerpo está haciendo un diálogo para que dé Enseñanza.
Dice el espíritu:
Si en lo material te mandan un mando que si no lo haces pueden darte castigo con dolencias o dejándote fuera del sitio que tú tenías con altura y con prestigio, tú no puede negar que cumples el mando. Y si el que manda entra en el sitio que tú estás sentado, tú te pones de pie y tu cara da agrado.
Ahora compara el trato que le dan al espíritu que está por Dios mandado: muchos lo ofenden con las palabras que dicen, y muchos más con el desprecio y el trato, sin contar con lo que ya se deja reservado.
¿Cómo puede pensar este espíritu que está oyendo el diálogo, que Dios va a oír sus palabras y él no va a obedecer su Mando? Si tú estás cerca de la lumbre y otro está más retirado, tú tienes que cuidarla más, porque más te está calentando, y también tienes que dar gracias a Dios porque frío no estás pasando.
Desperté, oí:
Decían muchas Palabras en la Gloria que no las dictan porque el espíritu del hombre está enfermo.
Está enfermo y sucio por el pecado.
Y se alborota su espíritu con este Mando.
Cierto que el cuerpo hace el mando que le da otro que manda, y nunca con el que manda se enfrenta.
El mando del que aquí lleva el Mando, pocas veces es cumplido, y hasta da miedo el mandarlo.
Los que están más cerca son los que menos cuidan la lumbre, que debería ser al revés:
Echar troncos grandes para que muchos vieran las llamas y acudieran a esta Luz que Dios manda.
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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C7
Queda claro la responsabilidad tan enorme que tenemos los que estamos dentro de este Sagrado Recinto que es "Seguidores de Anita"
ResponderEliminarSomos nosotros los primeros que tenemos que levantar las llamas para que se conozcan estos Escritos
Y dar ejemplo de vida como lo dio el Elegido