En Sueño Profético decían:
El que pueda servirle a Dios y le sirva primero al hombre, no cree en Dios. Y si cree, no Lo ama, y al no amarlo, nunca tendrá tiempo o siempre estará cansado para hacerle un servicio al que Dios Aquí le da el Mando.
El que pueda servirle a Dios y le sirva primero al hombre, cómo va a decir:
“Señor, contigo primero estoy”, cuando le llegue el momento en el que nada puede hacer el hombre.
Dijo uno:
No hay alegría más grande, que pienses:
Señor, Tú sabes de mi tiempo y mi dinero, de mis fuerzas y mi cansancio, de mis deseos de servirte cuando Tú quieras mandarme.
Señor, que yo quiera servirte y no pueda, antes de que pueda y no lo haga.
Señor, nadie me podrá entender, si como yo no Te ama.
Desperté, oí:
¡Qué cierto que el hombre
no piensa que es mejor
servir a Dios y no poder,
que poder y no hacerlo!
¡Qué cierto que Dios sabe
de tu tiempo y tu dinero!
El que quiere servir a Dios
y no puede,
ni por tiempo ni por dinero,
mira si quiere a Dios,
que prefiere así seguir,
con este sufrimiento,
antes de negarle a Dios
su tiempo y su dinero.
Si se fuera preguntando
al hombre lo que quería,
pocos no te contestarían
lo que ahora aquí dictan:
“¡Yo, dinero y buena vida!
Lo de Dios, ¿quién sabe
la verdad o la mentira?
¡Ya, después de que me muera,
no voy a disfrutar esta vida!”.
Esto serían muy pocos
los que no responderían.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C4
He borrado el comentario con el que quería acompañar este Mensaje
ResponderEliminarY es que por mucho que quiera poner ya Dios lo ha dejado muy claro
Solo pongo estas palabras para servir a Dios de compaña
Ya que donde va El Rey va la corte