En Sueño Profético decían:
Si Dios no fuera Dios, no tendría Elegidos.
El hombre no se merece que Dios lo deje mirar al Cielo, por ser lugar donde está su Reino.
El Elegido es Presencia de Dios para el espíritu y para el cuerpo.
Si Dios no fuera Dios, dejaría de repetir su Existencia. Pero sería mayor condenación cuando nadie pudiera decir: “Yo veo a Dios, y me manda para que el hombre piense que lo que hizo ayer, lo hace hoy. Si no es bien hecho, que mire al Cielo, y ya mañana, con el bien que haga, el mal lo borra”.
Esta Enseñanza es la que lleva el Elegido en el peso de su carga. Dios, antes de elegir, sabe el sufrir que le aguarda, porque al ser conocido por el hombre, su presencia, o te da calma o tienes que huir de ella. Algo lleva, que ese algo te hace que pienses: “¿Será verdad? ¡Pero algo lleva…!”.
Busca un pedir, por si te diera. Pero la carga del sufrimiento, al Elegido la dejan. Por eso empieza el Mensaje diciendo: “Si Dios no fuera Dios, no tendría Elegidos”.
Dijo uno:
¡Cuánto te enseña y te aclara
el que ahí lo ves con cuerpo
y Aquí lo ven con espíritu!
Te aclara y te quita las dolencias,
y con este Mando te puede
curar la carne del mal que tengas.
Que esto es hilván que quitas
a buen traje que te pongas,
si lo comparas
con lo que hace el espíritu:
te lo limpia del pecado,
y a Dios ruega
para que seas perdonado;
te hace ver los caminos
que de Dios van apartando.
Es pozo, es torre,
es risa, es llanto;
es recadero de Dios
al hombre, para salvarlo.
Desperté, oí:
No se cansan en la Gloria de repetir,
que si Dios no fuera Dios,
no dejaría que el hombre
mirara al Cielo.
Cuando mirara a la Tierra
y no encontrara el consuelo
para achicar un poco
sus sufrimientos.
Se han quedado
muchas cosas sin decir,
que el Elegido,
por Mando de Dios,
va dejando.
El hombre, a cambio de esto,
le abandona,
y le aumenta el sufrimiento.
Y cuando le llega a él sufrir,
le pide, pero exigiendo.
Si esto lo pensara el hombre,
pediría Perdón en silencio.
Por no quitarle sufrir
al que a Dios se está ofreciendo
para que le mande Aquí.
Dios elige a la persona
que le acompaña el sufrir
y de Dios nunca se aleja.
Porque alejarse de Dios
es algo a lo que tú
ya le has dado preferencia.
***
Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C6
Que bien describe a Anita este Mensaje
ResponderEliminarTambién describe muy bien a los que le han hecho sufrir al Elegido que es hacerle sufrir a Dios