domingo, 19 de abril de 2020

Hazte fuerte y rompe la envoltura que te adornan los pecados

En Sueño Profético hablaban de los espíritus que no son del Reino de Dios. Decían:

Estos espíritus, si no tienes en tu lengua o en tu pensamiento el nombre de Dios, ellos intentarán retirarte del Camino de Dios con el engaño. Le pondrán a la materia la envoltura del engaño, quitándole altura a la torre y ofreciendo el pecado, liándote los caminos que Dios ya tiene trazados.

Los espíritus contrarios a la Palabra de Dios, éstos, nunca tienen descanso.

Dijo Agustín de Mónica:

Cuando Dios me concedió el Perdón a mis pecados –esto lo digo en espíritu, con cuerpo no me atrevía a pronunciarlo–, fue cuando me di cuenta de cómo te hace el mal el engaño, de cómo te da valentía para seguir tú mismo haciéndote daño.

Una noche, cuando el sueño se negaba por no admitirlo mi conciencia, tuve que dejar la cama y, en un rincón de mi alcoba, allí, derramé mis primeras lágrimas, cuando mis oídos oían lo que en el Cielo hablaban:

“Hazte fuerte y rompe la envoltura que te adornan los pecados”.

Desperté, oí:

“Hazte fuerte”, yo sentía que esta palabra no la oía de la Tierra.

Pero me venía el pensar que esto de Dios no era.

Y otra vez me iba al rincón y las lágrimas consuelo eran.

Mucho me atormentaban los espíritus que ya vivían sin cuerpo, o los que aún en los cuerpos estaban.

“Si has cogido este camino, Agustín siempre serás. Tu nombre da resonancia, y Agustín siempre serás”.

Cuando ya pude vencer fue cuando me presentaba diciendo el mal que hice y el ofrecer que hice a Dios para que el Perdón me mandara.

Cuando mi vida la vieron, me buscaban pecadores y el abrazo era primero.

AGUSTÍN DE MÓNICA


***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C6

2 comentarios:

  1. No hay mejor remedio para derrotar el mal que la humildad
    Reconocer nuestros pecados y buscar a Dios como el aire que respiramos es batalla ganada contra las tinieblas

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