El silencio retira de Dios cuando Dios está mandando

En Sueño Profético decían:

El camino que Dios te ha puesto es fácil para cundir este Evangelio, dicho horas antes por los espíritus de la Gloria con el Mando de Dios, que es el que hace el Arrobo.

Quedó silencio, sin oír hablar, y se vio una montaña de nubes. Se veía como apartarse, y se vio un camino normal, como se ve en el sue­lo. Ya apareció una figura con Túnica y una nube detrás que parecía como telas. De mo­mento, el Rostro de Dios daba resplandor co­mo el Sol. Y estas fueron sus Palabras:

“Yo soy Dios Hijo, pero mi Padre es el que habla en Mí. Cuando oigan al que Yo doy mis Palabras, Me están oyendo a Mí. El ca­mino que el Poder de mi Padre hacía en el Cielo es camino para que lo siga el que crea en mi Reino.”

Dos Discípulos de Jesús siguen estas Pala­bras:

Ha sido la Palabra de Dios y su Imagen la que se ha visto en el Arrobo. ¡Cómo pueden sus Representantes oír estas Palabras y no formar escándalo! Nosotros no teníamos día ni noche para cundir las Palabras que en el monte nos decía, o en la mesa, cuando Lo acompañába­mos para oír su Mando.

Desperté, oí:

Estas Palabras que se han oído no pueden quedar en silencio.

Que aquí se vuelven a dictar:

“Yo soy Dios Hijo, pero mi Padre es el que habla en Mí. Cuando oigan al que yo doy mis Palabras, Me están oyendo a Mí”.

Esto tienen que tenerlo sus Ministros en su espíritu para que no callen las lenguas.

Si piensas en estas Palabras, no puede haber silencio.

El silencio retira de Dios cuando Dios está mandando y sus Palabras desprecia el que se dice cristiano.

Esto tiene ya una altura como de la Tierra al Cielo, porque Dios así lo pone al espíritu que todavía vive en cuerpo.

Un Discípulo de Jesús, Dios Hijo y Maestro para Sus Discípulos

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C8