En Sueño Profético decían:
El que representa a Dios tiene
que ser conocido antes de que lo oigan hablando, en la iglesia y en la calle.
Todo lo que tiene valor no se
oculta lo que vale. Pues a qué profesión puedes ponerle más valor, que decir
sin hablar: “Yo soy Representante de Cristo y tengo poderes para dar la
Salvación al que quiera salvarse.”?
¿Tú no comprendes, lector, que si
tú estás contento con tu profesión, en el camino seglar, y tienes un alto cargo, tú lo
quieres publicar?
No hay quien tenga tres
estrellas, o una que valga más, y quiera ponerse la ropa del que entra a la
fuerza en el cuartel por una temporada. Pues si esto no pasa en el seglar,
¿cómo el Ministro de Dios quiere pasar por seglar?
Dijo uno:
No se ha conocido, ni se conocerá, que
Dios se presente con otra ropa que no sea su Túnica Sagrada. Y si la Aparición
o Visión es de martirio, Lo verás clavado en la Cruz.
Desperté, oí:
Hablaban en la Gloria muchas
Palabras que el hombre tiene que aceptar.
Aunque no quiera reconocer el mal
que hace.
Decían, que el uniforme lo
guardaba el hombre para perseguir lo malo, porque lo malo le temía.
Pero que el Representante de
Dios, yendo con túnica, el que hiciera mal, a él buscaría.
Y por qué no, cambiar de vida.
Si por dentro llevas a Dios y sus
Poderes te ha dado, tienen que verte vestido con uniforme Sagrado.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C6
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