En Sueño Profético decían:
Las alegrías del Cielo te llegan
todos los días. Que esto lo puede ver el que quiera, si sigue estos pasos sin
pensar en noche ni día. No es lo mismo contar lo que te contaron, que contar lo
que tú estás viendo.
En el día de hoy te llegó un
pensar y lo guardabas, por creer que era un pensar más. Pero te entró una
fuerza que retiró el pensar que te quería engañar.
Dijo un espíritu de la Gloria:
Cuando vean todos los reconocimientos
que concedidos tienes, esto les tiene que hacer pensar: “Aquí hay que hacer
algo ya”. Tú esperas con alegría la Fuerza de Dios, que no hay fuerza que pueda
igualar a esta Fuerza. Tu petición tienen que notarla en las puertas que Dios
vaya abriendo, que se las abre a todo el que Esto cree y quiere ayudarte.
Se va a recordar la Visión de Luz
que Dios te hizo por la puerta y la ventana, que los rayos de luz tenían imagen
de espiga.
Decían en la Gloria, que no había
ningún Elegido que tuviera tantos reconocimientos de todos los caminos, como
éste que aquí los deja escritos.
Desperté, oí:
La Fuerza del Elegido da silencio
cuando quieren decir que este Caso no es único.
Esta Fuerza Dios la manda.
Esta Fuerza la conoce el que
compara mucho el saber de estudios o de dinero con el que no sabe nada.
Aquí, en la Gloria, abren caminos
para todo el que quiera ayudar en lo que pueda.
Esta ayuda es para cundir que
Dios está Vivo, con Cuerpo, esperando que Esto lo sepa el mundo entero.
Con este Saber, practicándolo, el
mundo viviría Paz, pero una Paz que al pecado iría enterrando.
¡Paz de Dios, que buscas al caído
que sigue amando a Dios!
Que son pocos los que siguen este
Camino de Dios.
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C5
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