jueves, 21 de agosto de 2025

El Infinito

En Sueño Profético hablaban del estudio que el hombre hace para llegar y saber del Infinito, y de lo sencillo que lo ve el que a Dios ama.

Comparemos al niño, al hombre de edad provechosa, y al que sus años se presentan con la palabra “anciano”:

El niño, nunca, por más que el hombre invente, podrá dejar de ser niño, hasta que Dios lo dé por hombre.

El que ya es hombre y está dando el provecho, por más que se esfuerce, pronto dejará de dar utilidad.

Y ya, la vejez, tienes que ponerla con el niño.

De las tres etapas del hombre, una es nada más de la que él dispone. Si piensas en las tres, ésta es una cortísima de tiempo en la vida de materia.

Pues si piensas en la edad provechosa, no merece la pena esa ansiedad que pone el hombre en querer investigar, pues para la Vida Eterna es andar camino adelante y después quedar atrás. Al infinito no llega el hombre por ser hombre. El Infinito es el sitio del Amor, un sitio que es para todos sin hacer investigación.

Desperté, oí:

Este Mensaje te hace
que pienses en la ansiedad
de querer ser en la vida, 
y que piense en el final.

¿Cómo Dios dejar al hombre
que camine por los sitios
sólo por investigar?

Si el hombre buscara a Dios,
todo podría alcanzar.

Pero tienen que enseñarle,
desde chico, el Amar. 

Y cuando ya sea hombre
de provecho, este Amar.

Y cuando llegue vejez,
se encontrará en un empiezo,
que el hombre llama final.

Esta es la investigación
que debe el hombre enseñar.

Y no que vive luchando,
una lucha sin final.

Que antes lucharon otros,
sin Infinito pisar.

Dedica siempre tu vida
al que la vida te da.

***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - C7 

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