En Sueño Profético decían:
Dios acompaña a los que van pidiendo que el nombre de Dios suba por encima de la montaña, pase los mares y sean cundidos estos Mensajes. Sean cundidos, poniendo el nombre de Dios delante.
Dijo uno:
Cada día que de Esto no sale nada en público, más se juntan las miradas cuando pasa el Instrumento. Unas, por querer saber. Y otras, por Amor al Cielo.
Hoy han visto muchas actuaciones del que tiene Dios dando ejemplo de Amor a Él, de Paz y de abrazar los sufrimientos.
Hoy no hay quien pueda presentar esta abundancia de Palabras dichas en la Gloria y con el Mando de que sean dichas sin miedo, por ser Dios su Divino Pregonero. Pregón de Dios, que si tienes Amor, este Amor te quita el sueño.
Desperté, oí:
De estas Palabras, dichas en canción, como su ritmo lleve Amor, tienen que decir: “Señor, que se oigan en todo el mundo”.
Todas estas Palabras llevan Amor, Perdón y Esperanza.
Todas estas Palabras hacen que la duda se le vaya al que quiera creer y lo atormenten las dudas satánicas.
Decían en la Gloria, que poniendo Amor, ya todo sobraba.
Que este Dios de las Palabras, hacía Imagen, te daba Vida y ya nada te hacía falta.
¡Qué pena tiene que ser abandonar el Lugar y luego morir sin él!
Esto ya es trueno en tormenta, que si viste relámpago, el trueno suena.
Pues aquí han visto de todo para poder justificar que Dios arroba su espíritu y le da Palabras para que queden escritas como éstas.
Todos los pasos que el Elegido da, antes ya han sido dichos a ella.
Unas veces en el Sueño. Otras, despierta. Pero sin voz y sin letras.
Es un sentir en el cuerpo, sin que participe ni la vista ni el oído, y sin ver hechos.
Al Poder que lleva al cuerpo, puedes llamarle vida con contrato, sin saber en la fecha que cumple.
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Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C3
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