domingo, 3 de agosto de 2025

Creer en Dios no es amar a Dios

En Sueño Profético decían:

Creer en Dios no es amar a Dios. Amarlo es seguirlo, y creer en Dios es perseguirlo. El Amor a Dios lo nota el Prójimo, porque este Amor ama en silencio y va rogando a Dios en cada hecho. En cada hecho pone a Dios y así va Amor en su hecho.

Amor a Dios es perseguir al malo para hacerlo bueno. Amar a Dios es sufrir con el que tiene sufrimiento. Amar a Dios es creer lo que Él dijo y está diciendo, y querer que muchos amen, porque sabes que si está amando ya tiene que ser hombre bueno.

Dijo uno:

Hay quien cree que para ser hombre bueno no necesitas amar a Dios. Pues este es el fracaso del hombre. Si el hombre amara a Dios ese Mundo no sería un valle de lágrimas, nada más que para la enfermedad de la carne o para el dolor de la misma, porque al amar a Dios te hace vivir un Mundo de Paz y de Gloria, y te hace pensar: “Esto es lo seguro, lo que no es pecado, lo que Dios dijo”. En cambio, el que cree es íntimo amigo del que está pecando, que es el que está falto del Amor Divino.

Desperté, oí:

Si el hombre enseñara el Amor a Dios se acabarían las guerras de momento, porque el Amor a Dios llora antes de que el tiro suene.

Si el hombre amara a Dios respetaba la familia, porque Dios la quiere unida.

Si el hombre cree en Dios, lo poco que haga será por miedo, pero sin Amor.

Y reformará sus Palabras por ser las suyas mejores.

Y hará de ese Mundo de carne un Infierno, con el niño y el mayor.

Todo esto está pasando por la falta de este Amor.

No digas nunca “yo creo”, porque te falta el Amor.

***

Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

No hay comentarios:

Publicar un comentario