En Sueño Profético decían:
Tu entrega en el necesitado y en consolar al afligido es lo que pone silencio al que hubiera querido que esto hubiera quedado en secreto hasta que no hubiera vivido tu cuerpo.
Dijo uno:
Dios hizo que se sellaran las obras que siempre llevó de compañeras, sin darle importancia por creer que es lo que más a Dios Le llega. Nunca creyó no merecer estos sufrimientos. Siempre en Dios confiaba cuando vivía sufrimientos. Le molestaba el oír, “¿Por qué le pasa esto?” Compadecía el que veía caído y nadie lo levantaba, y el que el sufrir lo apartaba del camino de la Oración.
Todo lo que se ha nombrado era antes de que le hablara Dios.
Desperté, oí:
Se han hecho unas cortas memorias de este Elegido por Dios.
Era premiarse cuando al sufrimiento podía ayudarle.
Los defectos achicaba y les quitaba importancia.
Compadecía al que veía despreciado por extraños y por familias.
Las tentaciones, si le llegaban, más las palabras las agrandaba.
Esto puede hacer cualquiera, cualquiera que quiera a Dios de esta manera.
Ya se termina el ArroboEstado Sobrenatural en el que Dios trae un Espíritu a su Gloria para que reciba una Enseñanza. Durante este Estado, el cuerpo portador no presenta signos vitales hasta que el Espíritu vuelve de nuevo a él., dando ejemplo de sufrimiento en silencio.
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