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viernes, 14 de julio de 2017

Al silencio le da olvido a la Palabra que Dios manda

En Sueño Profético decían:

Tu consejo sea dado al que lo pida sin temores y sin miedo. Porque tu consejo ha llegado de este Cielo, por ser Portavoz de Dios para acarrear al Cielo. Ya tiene que estar contento el que piense: “yo pedí consejo primero”. Pero antes de pedirlo, tienes que pensar: “voy a oír lo que haría el Instrumento, que él contesta por él, no por mí”.

Dijo uno:

El que conoce un Lugar que Dios le arroba su espíritu y le dice “publícalo”, conociendo este Poder, no debería respirar sin pedir opinión. Que no se la pide a él, que se la pide a Dios.

Si Dios no fuera Dios,
detrás del hombre no iría,
y no haría de Pastor,
buscando ovejas perdidas.

Que es a lo que a la Tierra bajó.  

Si Dios no fuera Dios antes que Poderoso, el mundo ya no existiría, como antes de hacer el mundo.

Desperté, oí:

Hoy ha habido alegrías y corajes, por ser la Constancia de Dios en sus Mensajes.

Alegría, para los pocos que Lo aman.

Y corajes, para los muchos que Lo desprecian, aunque lo quieran ocultar.

Este ocultar es para el mismo hombre. Para el Portavoz de Dios es conocido, porque el espíritu le lleva la Palabra en el sentir que Dios le manda.

El hombre dice silencio; y Dios, que suenen campanas.

Al silencio le da olvido, y escándalo, a la Palabra que Dios manda.


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Libro 31 - Te Habla el Profeta - Tomo IV - C2

jueves, 2 de julio de 2015

El olvido de amar a Dios

En Sueño Profético hablaban de amar a Dios según la forma de vivir que tengas. Si vives muy pegado a la Tierra las cosas de la Tierra te tienen preocupado, por la fuerza de la Tierra, y te olvidas de amar a Dios.

Dijo uno:

Hay que darle preferencia, por su Amor tan sano, a los hombres que se han criado en el campo o a los de la capital que no codician los cargos, ni las carreras. Éstos saben que los cargos y las carreras, la mayoría de las veces, de Dios los va apartando, por esa vida mecánica que hacen, pidiendo que pasen los años sin preocuparse de Dios, dejando su Mando a un lado. Los hombres de carrera que esta prisa llevan no pueden amar a Dios, porque en Dios no van pensando. Al revés del que todo lo de la Tierra lo vive pero sin olvidar que esto es casa de papel, que luego vendrá la lluvia y se quedará la casa entre el fango, por fuerte que sea el papel.

Estos que piensan así aman a Dios tan seguros que seguridad les ves, que a veces dejan el sitio a Dios sabiendo que va con ellos.

Dijo el mismo:

Esto de dejar el sitio voy a aclararlo para que puedan entenderlo. Dejar el sitio a Dios es en tus palabras procurar no ofender y en tu comportamiento y, por solo que te veas, pensar que Dios está Aquí y te está viendo. ¿Cómo decir que estoy solo si siento su respirar dentro de mi mismo pecho?

Desperté, oí:

Que descripción más grandiosa de la Presencia de Dios.

Cómo te aclara que el hombre para que piense en Él tiene que vivir ahí como en casa de papel.

Sabiendo que llega la lluvia y, sin defensas, el papel quedará en tierra sucia.

El hombre puede vivir según el sitio, en la Tierra, pero con preferencia a lo Eterno, que está Aquí.

Si estás viviendo en la Tierra y tus ansias de vivir son fruto para esa Tierra, párate el correr que llevas, y tal vez a Dios lo sientas.

Dios se retira del hombre porque el hombre Lo desprecia.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Teología en olvido

En Sueño Profético hablaban de Dios y del hombre, de las dos vidas del hombre. De una, cómo la cuidaba; y de la otra, cómo la abandonaba. Y siempre culpando a Dios de las contrariedades que en ese mundo le llegaban y que el hombre las hacía mayores por estar lejos de Dios. Decían:

Sufrimiento con Dios,
es herida grande con bálsamo.

Herida chica sin Dios,
termina en el pecado.

Si tú te acercas a Él,
ya te irán premios llegando.

Porque Dios no le da premio
al que de Él vive apartado.

Ni tampoco le da Mando
al que sabe que protesta
en vez de reverenciarlo.

Dios coge para servirle
en sus servicios mandados,
al que sabe que contenta
y nunca le ve fracaso
al Mando que Dios le diera.

A éstos son a los que les llaman
Elegidos en la Tierra.
Que debería cambiarse el número,
y que los Elegidos fueran
los que Dios no elige;
y los demás, todos Elegidos.

Y ya no sería ese nombre.
Se diría: “Sí, esos pocos
son los malditos,
los enemigos de Dios”.

Dijo Tomás de Aquino:

Al hombre tienes que ir implorándole para que oiga estos Escritos. Y son ellos, teólogos y seglares, los que tendrían que estar en oración para ser recibidos por el que Dios le da sus Palabras para la Salvación del espíritu.

Estos Escritos dictados Aquí con el Mando de Dios, son máxima Teología, minas Divinas que salen de cada Tema, fuentes milagrosas que debes aprovechar hasta la última gota. Que es gran pérdida el tener esto apartado de la Iglesia.

Si el seglar lo rechaza, debe seguirlo la Iglesia. Y ya el seglar irá detrás para el bien de su espíritu y el deber de su conciencia.

¡Teología en olvido por tanto querer a la Tierra!

Desperté, oí:

Si esta Teología fuera pagada a su precio,
muy pocos la comprarían,
porque no habría dinero.

¿Qué dirán los que pusieron su “no”
a esta Llamada del Cielo?

¡Hombres que Dios los deja
que negocien con su Nombre,
sin temerle al momento de la muerte!

¡Hombres que dicen “Dios dijo”,
y el “Diciendo” no lo creen!

Para saber la Verdad,
haz memoria de los años
que empezó este “Diciendo”
y aún diciendo está.

Porque Dios no tiene tiempos,
ni hombres que a Él le puedan mandar.

Coge esta Teología
como algo que te lleva
a la Gloria Celestial.

Que Dios ya te ha dado premio
por conocer el Lugar
que te habla de la Vida
donde no existe materia
ni tampoco Libertad.

No desmientas lo que Dios dijo,
y publica lo que hoy diciendo está.

Pues, teólogo sin Dios,
es cizaña que siempre envenenará.

TOMÁS DE AQUINO


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - C4

domingo, 17 de noviembre de 2013

El Elegido molesta donde a Dios tienen en olvido

En Sueño Profético decían:

Es molesto el trato del Elegido cuando tú no estás cumpliendo las Palabras de Dios. Y es sedante para el cuerpo y purificación para el espíritu cuando las cumples o intentas reformarte.

No tiene buena acogida presentarte con recato donde viven libertinaje.

El ladrón se entiende más con otro que también robe, y quisiera que el robar fuera normal en los hombres. El ladrón y el criminal, con el bueno no se entienden.

Dijo uno:

Por eso, el que Dios elige, poco lo quieren los hombres. Porque pocos son los que cumplen, y pocos los que se ofrecen ofreciéndole su ayuda.

El Elegido molesta donde a Dios tienen en olvido, donde reina la soberbia, donde el perdón no existe, donde caridad no encuentras ni en lo grande ni en lo chico. Al Elegido lo miran como algo despreciativo, como algo que molesta.

Desperté, oí:

Si quieres reformar tu pasado,
buscas las Palabras del Cielo.

Si crees que no lo estás haciendo bien,
buscas Palabras del Cielo.

Pero siempre son tan pocos
los que este pensar hicieron,
que por esto verán solo
al que Dios habla en el Cielo.

Es molesto y le atacan
en palabras y en hechos.

Cuando debían de estar de rodillas
esperando su mandar.

Y reclamar su presencia
de saber que Dios la entra
a diario en su Gloria.

A lo que te diga “no”,
di tú: “¡Gracias Dios mío!,
que me mandas Profesor
para no perder el espíritu”.

Si tuvieras la tortura de creer
que su presencia molesta,
haz Oración y comulga.

Que el Cuerpo de Dios
espera al justo y al pecador.

Al justo, para enseñar
y que su presencia copien.

Y al pecador, para premiar,
cuando ya él reconoce
que la Verdad en Dios está.

Y de rodillas se pone,
suplicando Caridad.

Es grande amar a Dios
y buscar al que Él le mande.

Pero si oyes su Perdón,
es todavía más grande.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 112-113-114-115

lunes, 21 de octubre de 2013

Templo de Santas Palabras

En Sueño Profético hablaban del recuerdo y del olvido.

Dijo uno:

Estas dos palabras son las que actúan en tus obras. El que está viviendo el olvido de Dios, ignora dónde hace falta lo que él tiene en desprecio. El que recuerda las Palabras de Dios dichas por Dios Hombre o dichas en los Profetas, no está lejos de Dios, ni vive su pasado. El que vive recuerdo, siente su Presencia, y de su Presencia siempre estará hablando.

Ya dijo otro:

La tapia del corralón donde yo vivía, separaba otro corralón que vivía esta familia que aquí, yo ahora, cuento su vivir de cuando vivíamos con materia. Esta familia adoraba un rincón del corralón, porque contaban que sus abuelos allí recibieron a cuatro de los Discípulos del Maestro un día que por allí iban caminando, que hicieron un saludo de humildad con gesto de cansancio, y que les obligó, sin exigencia, a que allí hicieran un rato de descanso. Allí les sacaron asientos, y al cobijo de la sombra de un gran árbol, almorzaron; mitad que ellos llevaban, mitad que sus abuelos les sacaron y ofrecieron. Pues esta familia tenía este rincón, en el que ellos estuvieron, acotado para todo lo que no era oración ni hablar de sus obras. Una muralla pusieron y puerta, a la altura del tronco del árbol, y todos los días allí se entraban a hablar algo de lo que ocurrió en aquel tiempo. Era recuerdo de Amor, que Amor estaban viviendo. Era hablar del Maestro, de lo que ellos dijeron.

Desperté, oí:

Nunca estaba solo el sitio en el que aquel día tanto se habló del Maestro.

La calle entera acudía para pedir a Dios Padre que no falten los recuerdos.

Que no falten los recuerdos del Dios Hijo, que fue el que conoció el pueblo.

Ya no fue sólo la calle que visitaban, el sitio para llamar a Dios Padre.

Fueron las doce o las quince que componían el pueblo.

Una puerta en la muralla, abren los primeros dueños.

Y estos nietos, aumentaron aquel empiezo: recuerdo.

Si hay olvido, no hay Amor.

“Templo de Santas Palabras”, se llamó aquel rincón.

El olvido y el recuerdo, te dicen, sin que preguntes, si vives olvido o recuerdo.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 131-132-133