domingo, 17 de noviembre de 2013

El Elegido molesta donde a Dios tienen en olvido

En Sueño Profético decían:

Es molesto el trato del Elegido cuando tú no estás cumpliendo las Palabras de Dios. Y es sedante para el cuerpo y purificación para el espíritu cuando las cumples o intentas reformarte.

No tiene buena acogida presentarte con recato donde viven libertinaje.

El ladrón se entiende más con otro que también robe, y quisiera que el robar fuera normal en los hombres. El ladrón y el criminal, con el bueno no se entienden.

Dijo uno:

Por eso, el que Dios elige, poco lo quieren los hombres. Porque pocos son los que cumplen, y pocos los que se ofrecen ofreciéndole su ayuda.

El Elegido molesta donde a Dios tienen en olvido, donde reina la soberbia, donde el perdón no existe, donde caridad no encuentras ni en lo grande ni en lo chico. Al Elegido lo miran como algo despreciativo, como algo que molesta.

Desperté, oí:

Si quieres reformar tu pasado,
buscas las Palabras del Cielo.

Si crees que no lo estás haciendo bien,
buscas Palabras del Cielo.

Pero siempre son tan pocos
los que este pensar hicieron,
que por esto verán solo
al que Dios habla en el Cielo.

Es molesto y le atacan
en palabras y en hechos.

Cuando debían de estar de rodillas
esperando su mandar.

Y reclamar su presencia
de saber que Dios la entra
a diario en su Gloria.

A lo que te diga “no”,
di tú: “¡Gracias Dios mío!,
que me mandas Profesor
para no perder el espíritu”.

Si tuvieras la tortura de creer
que su presencia molesta,
haz Oración y comulga.

Que el Cuerpo de Dios
espera al justo y al pecador.

Al justo, para enseñar
y que su presencia copien.

Y al pecador, para premiar,
cuando ya él reconoce
que la Verdad en Dios está.

Y de rodillas se pone,
suplicando Caridad.

Es grande amar a Dios
y buscar al que Él le mande.

Pero si oyes su Perdón,
es todavía más grande.


***


Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 112-113-114-115

1 comentario:

  1. Todo lo que remueve conciencias molesta, porque desmonta nuestras defensas habituales: la ignorancia y el adelanto.

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