viernes, 31 de agosto de 2018

Los buenos del hombre viven en la isla sin Dios

En Sueño Profético decían:

Sufre más el Elegido con los que les llaman buenos y pueden ayudarle, que con los que tuvieron grandes defectos y hoy lo buscan para que de Dios les hable.

Los buenos –que llama el hombre–, si a Dios no llevan por dentro, llámales hombres que cumplen lo que otro hombre va diciendo, pero retírale pronto la palabra “hombre bueno”.

Dijo uno:

Estos buenos que viven isla sin Dios,
no sienten Prójimo dentro,
no viven esta Palabra
que su nombre es sin tiempos,
Dios Único,
sin progreso y con progreso.

Progreso: fuerza del espíritu del mal
que en el hombre está metido dentro.

Progreso: destrucción de la inocencia,
vida de angustia y de miedo.

Esto es el adelanto
de unos que no sintieron
Prójimo por dentro.

Prójimo e inocencia de niño
son lo que agrandan el Cielo.

Desperté, oí:

Tienes que querer ser bueno
para poder comprender
el empiezo del Mensaje.

Los que tuvieron defectos,
vuelven camino hacia Dios,
y a Dios quieren ayudarle.

Los buenos, buenos del hombre,
viven en la isla sin Dios.

Y el progreso y adelanto
abren las puertas a un mundo
de demonios disfrazados.

Coge el adelanto
para que te dé más tiempo
de adorar a Dios
y de buscar a hambrientos.

Si vieras que el adelanto
te retiraba de Dios,
no pienses: “es adelanto”.

Piensa: “yo vivo condenación”.

Si haces este pensar,
ya eres bueno de Dios.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C1

jueves, 30 de agosto de 2018

El querer a Él, lo primero

En Sueño Profético hablaban en el Cielo para la Tierra.

Hay a quienes les distraen y les preocupan tanto las cosas de la Tierra, que acaban apartándose de las cosas del Cielo.

Hay quien se enreda y se enreda, pero todo es para el cuerpo. Éste no puede tener Paz en su espíritu, y nunca lo verás contento, porque lo que hay en la Tierra, no puede subir al Cielo, ni tu cuerpo.

Dijo uno:

El Cielo siempre le está avisando al hombre, que primero cuide y alimente al espíritu y después al cuerpo. Que el alimento del espíritu es tener a Dios contento, cumpliendo lo que Él dijo en el Nuevo Testamento. Esto es alimento del espíritu, y cuidarlo es la oración. Después de hacer las obras, si haces oración, cuenta con su Reino. Si haces sólo oración, pudiendo hacerlo todo, puedes perderlo. La oración es la corona que ya enlaza con el Cielo.

Desperté, oí:

Todo lo que Dios dejó dicho cuando vivió con Cuerpo pueden hacerlo todos los hombres:

El querer a Él,
lo primero.

El Amor al Prójimo
no cuesta dinero,
es creer en Dios
y querer su Reino.

Pero tienes que quitarle valor
a lo que queda en el suelo.

Viviendo como Dios manda,
es tu espíritu
el que le manda a tu cuerpo.

Y este mando ya es de Dios,
y todo lo haces bien hecho.

La Tierra, a veces, te da
para apartarte del Cielo

¡Qué lástima que los hombres
no aprendan este Diciendo!


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas Con El Padre Eterno - Tomo III - C5

miércoles, 29 de agosto de 2018

¿Cómo puede Dios dar Mando a quien no presentó Obediencia?

En Sueño Profético decían:

Sin Obediencia no puedes ser Elegido, ni tampoco mandado, porque la desobediencia ensucia el Mando.

Se van a ver unas escenas que Dios las trae a la Enseñanza:

Se vio un colegio de niños de entre doce y catorce años. Salían todos corriendo, y a una voz se pararon.

Se vio un cuartel y los soldados reliados. Unos preparaban ropa, otros estaban hablando. Unos entraban de cara, y otros de espaldas parados. Aquello no se entendía si la obediencia no llega. Hasta que se oyó una voz. Y si hubieran sido todos un mismo cuerpo, no se habrían enfilado tan rápidos.

También se vio una empresa fuerte, con muchos hombres trabajando. Le decían metalurgia, y sólo un hombre iba mandando.

Dijo uno:

Si aquí no hubiera obediencia, ¿cómo saldría el trabajo? Y puede que alguno piense: “Yo torcería para aquel lado, pero el mando es el mando”.

Ahora piensa en una estación de tren: el jefe dando salida, y el tren parado porque el maquinista diga: “¡Yo, luego adelanto...! ¡Ahora estoy con mis amigos, de otros viajes hablando…!”.

Se vio una estampa de unas fieras, y un domador hacía que se subieran y que luego se bajaran de unos taburetes que le servían de letras para luego el domador presentar a las fieras enseñadas. Cada grito era una enseñanza, y la fiera obediencia demostraba.

Desperté, oí:

Se han visto unas escenas
de la vida material,
para que el hombre piense
qué sería el mando sin obediencia.

Se ha enumerado un punto,
como si hablas de una letra,
comparado con tanto
que no podría existir sin obediencia.

Pues piensa:
¿cómo puede Dios dar Mando
a quien no presentó Obediencia?

Pues si éste te da Mando,
no le quites ni una letra.

Pon al Elegido de domador,
y tú ponte como fiera.

Y coge el Mando que te dé
como si de Aquí te llegara.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Eneseñen - Tomo IV - C4

martes, 7 de agosto de 2018

Todo el mal que hace el hombre es porque a Dios no ama

En Sueño Profético decían:

¡Qué sencillo es ser bueno, del bueno que quiere Dios que practique el hombre! ¡Qué sencillo es olvidar el mal que otro hace, cuando te ponga palabras: “que el mal yo quiero quitarme”!

El que cree en Dios y Lo ama, no puede hacer el mal, aunque a hacer el mal lo obligaran, porque haciendo el mal, a Dios nombraban. El amar a Dios prohíbe que el pensamiento albergue palabras malas o letreros al revés, que lees otras palabras.

Todo el mal que hace el hombre es porque a Dios no ama.

Dijo uno:

Hay quien ama a Dios y la Tierra lo engaña, y si practica el engaño, ves que, de la Palabra que de Dios hoy manda, se aparta.

Ni seglar ni Representante pueden mirar al Cielo diciendo: Señor, como tu “Palabra hoy diciendo”, para mí no hay nada delante.

Esto, seglar que pueda y Representante, engañan a Dios si de sus bocas estas palabras salen.

Desperté, oí:
Se va a aclarar, “engañar a Dios”.

Dios no queda engañado, porque entonces no sería Dios, Creador y Dueño de toda la Sabiduría que al hombre le llega.

Que este es el engaño con el que el mismo hombre se engaña, y vive retirado de este “Evangelio Diciendo”.

Si el hombre hiciera stop al leer estos Dictados, él se pondría el castigo de no llamar al Cielo, invocando a ningún Santo, cuando viera que en la Tierra el sufrir no podía quitarlo.

Esto es Presencia de Dios, en Palabras, al hombre.

Que ni Ministro ni seglar pueden una Palabra reformarle.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C1

lunes, 6 de agosto de 2018

El Espíritu de Dios es centinela del Cielo

En Sueño Profético decían:

Busca siempre un sitio en el que publiquen y den escándalo a esta Comunicación diaria. Que el escándalo es obediencia al Mando que da Dios.

El silencio es triunfo a los espíritus que están en contra de Dios.

Si ni los escritos ni la actuación del Elegido son de Aquí, que publiquen un Mensaje, y errores que vieran, que también sean publicados.

Estos Escritos, se ha dicho muchas veces, que son primero al espíritu y después al espíritu y al cuerpo, que es cuando Dios manda que se dicten.

Esto, teólogos y hombres de letras, teniendo en cuenta que la muerte les llegará, si lo piensan, tienen una responsabilidad bastante grande. Y jamás pensarán: “esto son amenazas”, porque la muerte es un Mando de Dios como la vida, cuando no es muerte buscada.

Dijo un espíritu que Dios le da Mando:

No puede decir el hombre que estos Dictados retiran del Cielo.

No puede decir el hombre que te quitan caridad y te prohíben vivir en el Prójimo, y que te llevan al pecado.

Si piensas esto, date ya por condenado.

Te llevan al convencimiento que donde no hay Paz ni aceptación al sufrimiento, no hace Presencia Dios.

Te enseñan a recibir injusticias para que a Dios no Lo ofendas.

Desperté, oí:

Si el hombre busca la Paz
y Dios del Cielo la manda,
si este buscar es verdad,
¿cómo huyen y se apartan?

Silencio e indiferencia
a este Mando de Dios,
tu espíritu es rebelde
y no está en el Camino de Dios.

El Espíritu de Dios
es centinela del Cielo,
y antes que mande Dios
está esperando contento.

Los Pastores de Belén
cundieron su Nacimiento.


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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C3

viernes, 3 de agosto de 2018

Amar es creer

En Sueño Profético decían:

Amar a Dios
y vivir lejos del Prójimo,
no llega a Dios tu amor.

Amor a Dios
sin acarrear al Cielo,
a Dios no llega tu amor.

Amar a Dios
sin cumplir sus Mandamientos,
a Dios no tienes por Dios.

Dijo uno:

Amar es creer. Y al creer y amar, tienes que obedecer.

¿Quién puede creer en Dios y no Amarlo? ¿Y quién puede Amarlo y dejar a sus hijos abandonados? Por eso, Prójimo es Dios, y de él no puedes vivir alejado.

Todo el que ama a Dios, en su acción lo va firmando. Que esto no queda oculto, para que vaya comprobando el que ponga la duda de que tú a Dios no estás amando.

El que ama de verdad, nunca se verá cansado de hacer el bien al espíritu y materia. El bien que hace al espíritu, es más difícil que lo veas, pero si tú también amas, también disfrutar te llevas.

Es sufrimiento y alegría ir cundiendo esta Verdad que en espíritu enseñan para después enseñar cuando llega a la materia.

Desperté, oí:
¿Qué le hace falta al hombre para que vea más claro que Esto no es de los hombres?

Si el Prójimo te conoce,
es firma que va creciendo
y va callando a los hombres.

No hay quien viva el sufrimiento
si a Dios no lleva por dentro.

El hombre habla de Dios,
pero habla sin conocerlo,
porque no Lo acepta Vivo.

El hombre Lo aceptaría
si él mandara en el Cielo.

Hasta que el hombre no olvide
que Dios es Vivo y no muerto,
no tendrá Paz en su espíritu
ni alabará al Cielo.

El hombre te nombra a Dios con lo que hizo,
pero no con lo que hoy está haciendo.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C3

jueves, 2 de agosto de 2018

Servicio que Dios manda

En Sueño Profético decían:

Verás frialdad
donde no sea lo de Dios lo primero.

Verás algo faltar,
aunque digan que son buenos,
y te cansará el oír
lo que no es para este Cielo.

Dijo uno:

Es difícil comprender,
sin palabras, al espíritu,
si estás con pies en el suelo,
porque pueden estar pies
y de ellos tirar tu espíritu
y sacarle buen provecho.

¡Es lástima que los hombres,
que pueden pregonar esto que baja del Cielo,
no acudan ofreciendo su cargo,
su tiempo o su dinero,
que nada les rentará como la renta del Cielo!

Tiene que llegar el momento
que lloren para saber
y se haya cumplido el tiempo.

Al que se cree importante,
debería darle miedo,
cuando el cuerpo le enfermara,
pedir curación al Cielo.

Desperté, oí:

Luego acudirán
los que hoy necesitas
y no se ofrecen.

Y tendrán la respuesta,
con palabras o sin palabras,
de la indiferencia.

Si esto así no fuera,
no sería Dios
el que estos Escritos diera.

El Instrumento no puede
salirse de esta Obediencia.

Obediencia que es Amor
queriendo que todos sientan.

El Instrumento descansa
cuando no tiene descanso el cuerpo,
ni silencio sus palabras.

Pero que sea servicio
del Servicio que Dios manda.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C2

miércoles, 1 de agosto de 2018

Dios se manifiesta

En Sueño Profético decían:

No puedes amar a Dios quedándote indiferente a lo que digan que Dios está diciendo. Aunque reces de rodillas, con tu mirada en el Cielo, no puedes amar a Dios y dejar Esto en desprecio. Ya, engañan a los hombres, pero a Dios no pueden engañarlo, por ser Dios, Vida que llevan los cuerpos.

Dijo uno:

¡Qué mal se están portando los hombres en este vivo Evangelio! ¡Con lo claro que Dios manda que quede escrito lo que Aquí dicen en el Cielo!

Cuando Dios se manifiesta, que no es del hombre el invento, siempre Dios deja su Huella, para que el que quiera viva su Premio.

Pero aquí, ya, el que quiere a Dios, aquí lo está viendo. Y al que no Lo quiera, está Dios dejándolo al descubierto.

Debería entrarles pena y vivir remordimiento al permitir que el que Dios elige viva un grande sufrimiento, una vez que es enlace para acarrear al Cielo, que consuela al afligido y lleva comida al hambriento. Que el sacrificio lo emplea para tener a Dios contento. Y ya no es sacrificio, es vivir para este Cielo.

Desperté, oí:

No quiere el Cielo dictar
las Palabras que Dios tiene
para el que no Lo ama.

No quiere el Cielo,
porque la vida del cuerpo
pronto acaba.

Debería estar temblando,
cuando pensara en la muerte,
el que no quiere que Dios
al hombre se manifieste.

A esto, el no acudir,
no tiene disculpa,
sabiendo que va de Aquí.

¡Hombres queriendo engañar
al que su vida les deja!

Que saben que no Lo engañan.
Es que Dios no les interesa.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C4