En Sueño Profético decían:
Si esta Enseñanza no fuera de Dios, sería cobrada a precio fabuloso. Todo lo de Dios, ve el hombre a Dios de Dueño, no dejando Dios al hombre que administre lo que Él tiene para el que quiera.
Quedó un momento de silencio, y otra vez hablaban del hombre, otra vez daban palabras de seguridad.
Dijo uno:
El que quiera ver Verdad, queriendo verla, la verá leyendo esta Publicación; sin querer dice: “Sí, es de Dios”. Y por estudios que tenga, aquí en estos Libros, tomará apuntes que le servirán a su corta inteligencia, pero nunca podrá explicar como el que es Aquí traído. Este Portavoz lleva las Palabras que Aquí le dan; son oídas y sentidas; son dadas con fuerza, que esta fuerza es la que no puede el hombre callarla. El que quiera quitar a estos Escritos su valor, quedará en postura ruin, y será despreciado por el que a Dios ame. Estos Libros darán silencio y respeto, por ser la Palabra de Dios Directa, Portavoz que Dios elige para que lleve sus Palabras sencillas, justas y firmes. Estas Meditaciones que te dan estas Palabras, son para que el mundo las conozca y haga el uso que él tenga de unión con Dios. Si a Dios ama y a Dios quiere conocer, abrazará el Libro. Y si a Dios no ama, estos Libros le harán llorar.
Desperté, oí:
Llorará el que oyó al que a Dios no amaba.
Llorará por haberlos desmentido ante él y él seguirle el diálogo.
Llorará por haber tenido unión con el que los desmentía.
Corta inteligencia son estos hombres clasificados Aquí, donde la Sabiduría es Pura, Divina, y abundante en distinto Saber.
No conocer que estos Escritos no son del hombre, es inteligencia basta, inteligencia de masas.
Inteligencia de masas que viven sin querer a Dios conocer.
Hombres que ellos se superan explicando su saber.
Luego, este saber se queda tan chico para los Libros, que si hicieran algún apunte, el nombre sería: “ridículo”.
En cambio, aquí verán los temas por centenares.
La Sabiduría de Dios, más sabe el que la sabe.
Más sabe el que te dice: “Me dicen que así yo hable. Me dicen ésta es la Gloria. Yo soy el Hijo. Éste es mi Padre”.
Me dicen que lo publique, y que juzgue el que no ame.
Que luego será final en el Juicio del Padre.
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Libro 9 - Dios Habla Al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 142-143-144
No basta con leer los Mensajes.Hay que hacer vida la Enseñanza y poner freno a la falta de amor.
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