En Sueño Profético decían:
Hay quien dice: “yo llamo a Dios y Dios me oye”. Mala interpretación. Dios oye y siempre contesta. Lo que hay que ver es cómo se llama y la interpretación que se hace a su contestación.
Las cosas del espíritu no necesitan estudio, sino limpieza de alma, estar como niños y aceptarlo todo. En lo material se comporta el espíritu como él quiere, o sea, que en muchos momentos actúa para que no lo conozcan; y en lo espiritual no cabe disfraz.
Hay personas buenas para la carne, pero para el alma no son tan buenas: cuidan lo material y olvidan lo espiritual.
Desperté, oí:
Son buenas, ignorantes, y éstas no sirven para el Servicio de Dios. Dios elige el espíritu, y éste moldea la carne.
Por eso, al elegir al espíritu, ya Palabras y Acción son de Dios, puesto que quien moldea es Dios.
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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 219
Dios escucha antes de que lo llamemos y responde según nuestro espíritu. A Dios no podemos engañarle.
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