En Sueño Profético decían:
El espíritu que quiere vivir con Dios tiene que tener grandes luchas.
El espíritu que quiere servir a Dios, tienen que salirle al paso impedimentos para que deje el Camino de Dios.
Pero si tú dices: “Señor, quiero y no puedo”, Dios te quita el “no puedo” y te deja el “quiero”.
Dios no obliga, pero espera que tú digas: “Señor, que los días y las horas sean cortas para mí. Y para Ti hazlas largas, que yo Te pueda servir. Dame fuerzas y alegría, que esto no es de la Tierra”.
Dijo uno:
La Tierra te pone el peso y te roba el tiempo cuando vas a hacer un servicio a Dios.
Hay más quitando que hagas el bien, que diciéndote que lo hagas.
Hacer el bien como Dios manda, te tienen que conocer los que reciben y los que no quieren que el bien hagas.
Desperté, oí:
El bueno, 
sin practicar la Palabra de Dios, 
va haciendo daño.
  
Esto debe saberlo el culto, 
el intelectual y el del campo.
Bueno apartado de Dios, 
es bueno de engaño.
No hay pecado mayor 
que querer vivir 
sin a Dios nombrarlo.
Si hablan de algún talento, 
y en su vida estuvo de Dios apartado, 
no pienses: “estará en el Cielo”.
Porque te apartas de Dios 
y te acercas al diablo.
Cultura negando a Dios 
y talento por el hombre premiado, 
pide a Dios pedir limosna 
antes de ser agasajado.
Va grande diferencia 
del talento, al que pide limosna. 
Éste nombra a Dios. 
Al talento le molesta cuando Lo nombran.
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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 173-174


 
Lo perecedero enreda y ata; lo eterno,simplifica y libera.
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