En Sueño Profético decían:
Es la vida trabajosa cuando te apartas de Dios.
Es la vida trabajosa cuando quieres que la vida conteste a tu petición, cuando crees que la vida es barro que tú moldeas, cuando has pensado en vida y nunca pensaste en muerte; cuando el dolor de la carne, que en otra carne vivía, no fuiste a socorrerle y te pudo hacer pensar: “puede que a mí un día me llegue el dolor de la carne, que en la vida está. Tengo que saber responder a lo que la vida deje.
Dijo uno:
La vida siempre es de paso en el cuerpo de los hombres. Hay que aprender a vivirla a sabiendas de que tienes que vivir lo que la vida te lleve.
Luego, ya se va la vida y queda la otra Vida, que es la que Aquí viene, que la reciben en Gloria o en sitio con otro nombre.
La vida, esa de paso, que tanto valora el hombre, si no es vida para Dios, Aquí le tienen su nombre:
“Vida que ha estado sorda, muda y ciega, viviendo en oscuridad, queriendo engañar a la Eterna”.
Desperté, oí:
Te hacen pensar en Gloria
que pongas la vida en ti
como cosa pasajera.
Primero, que la aprendas
a vivir recordando
cómo otros la vivieron,
en el plan malo, o en el bueno.
El bueno es el de Dios:
hacer siempre contento su Mando.
El sufrir que te llegó,
siempre ir achicándolo,
porque estás en la vida
y vida es siempre calvario.
Si ese calvario lo pasas
pensando: “Él lo pasó primero”,
no envidias al que diga:
“yo calvario no he subido”.
Aprende a vivir la vida
poniendo a Dios primero,
y ya no dices calvario.
Ya dices: “yo voy al Cielo”.
Porque la vida sin Dios
es trabajo sin provecho.
***
Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 130-131-132
Viviendo con Dios, sabemos que todo nos conducirá a la Vida.
ResponderEliminar