En Sueño Profético decían:
No hay quien piense en la muerte cinco minutos al día y no reforme sus defectos y faltas.
No hay quien piense que la vida no es suya y la vida viva sin pensarla.
No hay quien piense que al llegar Aquí, la influencia le valga.
Aquí tienes que venir,
corregidas ya tus faltas,
que si amaste antes a Dios,
para Dios no fueron faltas.
Amando pudiste hacer algo
que el hombre le pone falta,
pero luego Dios repasa,
enmendándole la plana
al que a Dios puso la falta.
Que podía hacerle Dios
tan sólo una jugada,
y antes de decir el no,
la vida se le acababa.
¿Tampoco ha pensado el hombre
esto, un día a la semana?
Todo depende de pensar
que Dios vive Aquí, en su Casa,
y no te deja de ver
por la noche y la mañana.
Yo creo que el hombre piensa
que esa vida es suya y él la manda,
pero se olvida de Dios,
por falta de la Enseñanza
Hay quien le brota el Amor,
y en el brote va la rama,
y la rama la conoce
el que a Dios antes amaba.
Tiene el hombre que pensar
en que en su vida no manda,
y puede que un día el Dueño
no quiera oír su llamada.
Despierta, oí:
Si sabes que Dios te deja
tu vida en Libertad,
no hagas mal uso de ella,
que la tienes que entregar.
Es verdad, verdad tan grande,
que el que piensa de verdad
en la muerte un sólo día,
menos pecados hará.
Ya los Santos recomiendan
un rato el meditar.
El Místico no hace nada,
si a Dios no va a consultar.
Y el Profeta no hace nada
porque le deja el Lugar
a Dios, que es el que dice
de esta Gloria “pa” enseñar.
Piensa un día en la muerte,
y bien poco pecarás.
Pues Dios quiere que medites,
y en su Gloria vivas ya.
***
Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 246-247-248
Pensar en la muerte, con frecuencia incita a exprimir las alegrías del cuerpo. Más bien debería conducirnos a las alegrías del espíritu que aspira a la Vida.
ResponderEliminar