En Sueño Profético decían:
Al que Dios le da sus Palabras, hace el uso de ellas que el Espíritu de Dios le manda. Si así no fuera, nada quedaría con la claridad que aquí queda.
Estas Palabras son para todos, pero todos no presentan el mismo Amor ni la misma Obediencia.
Dijo uno:
Hay quien está oyendo al que Dios manda y, si no de palabras, en secreto, no está aceptando lo que está oyendo y viendo.
Cuando se acepta pensando en Dios, tu espíritu lo escribe en tu cara, aunque las letras no estén claras.
Dios Hombre, llamado por sus Discípulos como Maestro, les enseñó cómo y dónde tenían que decir las Palabras que Él les daba, para que el que quisiera, aprendiera y practicara. Había familias que formaban la guerra cuando oían: “esto dice el Maestro”.
Desperté, oí:
Siendo los zapatos para los pies, no se pueden poner todos los pies los mismos zapatos.
Esto no se puede remediar.
Pero el hombre, sí podría remediar que no hubiera un hombre que el Mando de Dios no lo entendiera.
En una empresa, no puede hacer el más listo lo que el torpe hace.
Pero el comprender la Palabra de Dios, no tiene diferencia de clases.
El que más quiera servir a Dios, más entiende el Mensaje.
Estas Palabras que aquí están, fueron dichas por Dios Hombre a sus Discípulos:
“Os costará más trabajo hablarle a diez que duden de mi Presencia, que a cien que en Mí crean”.
“Guardad silencio donde Yo os diga que no están preparados para oír mis Palabras”.
“Mis Palabras tienen que oírlas con el resplandor que mi Padre pone en Mí”.
“Que este resplandor es el Amor, que no puede ocultarse”.
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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C4
Si bellezas hizo Dios al crear el universo son cerilla medio apagada al lado de Su Palabra dicha ahora y siempre con su nombre "Evangelio"
ResponderEliminarEste Mensaje es para conmover hasta los muertos!