En Sueño Profético decían:
Tiene que llegar el día que muy pocos no hagan examen de conciencia y lágrimas les acompañen.
Tiene que llegar el día que quieran entregar el pliego con una disculpa falsa.
Tiene que llegar el día –que para muchos ya ha llegado– que no puedan quitar la tapia que, con su mal comportamiento, ellos mismo se han formado.
Todo es falta de oír que la vida cuando ahí acaba tienes que venir Aquí, a entrar lo que a tu cuerpo le daba vida. Vivir, que donde hay vida, vives, pero sin Vida no puedes vivir.
Dijo uno:
No hay nada que no pare vida, si tú quisieras vivir y la muerte te llegara.
No hay nada que dé más Paz, que acudir donde digan que Dios habla. Que si oyes, no desmientes, porque te faltan palabras. Es mejor que no acudas si luego vuelves la espalda.
Desperté, oí:
Es la Tierra mala,
porque el hombre la aprovecha
para sembrar lo malo
y que lo malo crezca.
De lo Eterno,
el hombre no hace aprecio
hasta que la Tierra le niega,
porque ya no da provecho.
Que en vez de vivir la vida
con preferencia a este Cielo,
vive alejado de él.
¡Tierra que ofrece el engaño
el tiempo que vive el cuerpo!
¡Tierra que tira del hombre
como no mire al Cielo!
Haz examen de conciencia y piensa
lo que debe ser primero,
si lo del Cielo o la Tierra.
Tiene poco que pensar
que es a Dios la preferencia.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C5
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