En Sueño Profético decían:
Con la Libertad que Dios les deja,
cada uno publica su interior.
Con la Libertad que Dios les deja,
el engaño no pueden ocultar.
Luego está el Poder de Dios,
que lo que te ofrece te da.
La Libertad es para la Tierra.
Aquí ya no hay Libertad.
Dijo uno:
¿Cómo podrá vivir el hombre
que conozca este Lugar
y no vaya quitando obstáculos
que pone el espíritu del mal?
¿Cómo pueden vivir los hombres
que no quitan los obstáculos,
al contrario, que los quieren agrandar?
Pero Dios, Dueño del aire
que tienes que respirar,
está viendo cómo eres
y tu forma de actuar.
No es la Doctrina de Dios
oír su Palabra y no escuchar,
ver en el suelo al caído
y no intentar levantar.
Por mucho que diga el Cielo
que a Dios el hombre no ama,
falta papel y sitio
donde escribir estas palabras.
El Amor a Dios no deja
que no ayudes
donde tu ayuda haga falta.
Desperté, oí:
No hay palabras ni admite defensa
aumentar el sufrimiento
de aquel que veas que sufra.
El bien que hagas ahí,
Dios manda apuntar Aquí.
Y ya Dios te manda el pago
estando siempre a tu lado.
Que el que te sigue lo ve
muchas veces actuando.
Por mucho que quiera el hombre,
esto, no puede taparlo.
En la alegría aparta el silencio.
En el sufrir vence al sufrir
con este Diálogo.
Diálogo Divino,
que da fuerzas al espíritu
por donde vaya pasando.
Tiene el máximo castigo
despreciar este Diálogo,
que tanto puede servir
para apartar del pecado.
Pecados, que hay más ocultos
que los que ves descarados.
Estos últimos te avisan,
y tú te vas apartando.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C4
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