En Sueño Profético decían:
Ya están viendo los tallos de árbol que creían que estaba muerto. Que el árbol daba su fruto y lo iba repartiendo en los vivos y en los que creían muertos. Unos, fueron enterrados. Y otros, aún no están muertos sus cuerpos, pero a sus espíritus ya los espera este Cielo.
Dijo uno que sigue el Mando de Dios:
Se justifica más lo que es de Dios, por el daño y el desprecio que el hombre le hace al que Dios elige para que hable y enseñe de esta Existencia Divina. Que si coges apuntes en tu espíritu y en tu conciencia, ves actuaciones de Dios de muchas maneras. Esto, si lo sigues, ves a Dios cerca.
Desperté, oí:
Mal que creas que ha hecho el Elegido, es cosa bien hecha.
Dios, cuando manda el Amor que tú has mandado a su Gloria, ya el Mando es suyo, y por el hombre no ha pasado.
Dios, siempre deja una Luz en el Lugar que le da Mando, que quita oscuridad cuando esto quieren taparlo.
Si el Mando que Dios manda, este Mando lo guardaran, ya quedaría al descubierto una mentira guardada, como tantas escondidas que en ese mundo hay guardadas.
Dios permite, manda y aparta. Permite para enseñar. Manda para premiar con su Reino.
Y aparta cuando ofenden o maltratan al Lugar que Él tiene en la Tierra para enseñar de su Reino.
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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C6
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