Gloria o Profundidad

En Sueño Profético decían:

Si el que a Dios no ama, siguiera los pasos del que Lo ama, se compararía con él y se taparía la cara, comparando su vivir.

Si el que no ama a Dios, oyera al que Dios manda, su vida la reformaría con este pensar que hiciera:

“Yo puedo ser cadáver mañana. ¡Que puedo serlo ahora mismo! Pero el entierro mañana. Y antes de que sea el entierro, mi espíritu ya estará en un lado de los dos que Dios tiene dicho: Su Gloria o Profundidad. Que uno elige cuando con cuerpo está”.

Dijo un espíritu con este Mando de Dios:

Debería extrañarle al hombre, que el hombre que no acudiera al sitio –cundido como éste– en el que Dios da Enseñanza para Ministros de Dios y seglares. Que la Enseñanza es la misma. Pero si crees, te llena de Vida Eterna el preguntar para que de Dios te hablen y te digan el sentir que un espíritu siente cuando Dios saca el espíritu de la carne.

Ya, en el Sueño Profético, al leerlo o explicarlo, tienes que decir amén.

Desperté, oí:
La muerte es lo más cerca,
y es lo que más lejos pone el hombre.

La muerte, pensando en ella,
buscas donde diga alguno:
“Dios hace allí Presencia”.

Y al otro día de la muerte,
sabes que el entierro llega.

El entierro, sí lo sabes
que es después de que te mueras.

Pero la muerte no avisa
ni con día ni con fecha.

El que ama a Dios y sigue sus pasos,
buscando Palabras que Él ofreció
cuando estuvo de Hombre en la Tierra,
habla de la muerte
como un lugar que espera.

Y sabe que está al servicio de Dios
para bajar a la Tierra.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C7