En Sueño Profético decían:
Se van a dictar frases que en este Lugar que Dios elige se oían antes de ser Elegido:
“Señor, Tú puedes querer más que a mí me quieres. Pero que Te quieran más que yo, me enfada. ¡Señor, que nadie Te quiera más que yo!”.
En el sufrimiento tapaba, y a Dios Le decía:
“Yo, Señor, no quiero que nadie me diga: ¿por qué Dios consiente?”.
“Señor, no Te enfades por lo que yo haga. Si Tú eres Dios, no me dejes que haga nada mal hecho. ¡A que me enfado yo como me dejes!”.
Estas frases ya estaban diciendo: “Señor, mándame”. Nunca vio caminos difíciles para pasarlos, porque confiaba que no serían largos. Pensaba en la muerte no con ironía, ni la deseaba, pensaba en que llegaría como algo más que tiene la vida. Esto lo pensaba y se lo oyeron antes de ser Elegido, Lugar de Enseñanza para ganar la Gloria, o para no perderla, depende del camino en el que se encuentren.
Desperté, oí:
Dios, cuando elige, antes estuvieron ya elegidos, sin los Elegidos saberlo.
Esto, cuando son para enseñar del espíritu.
Dios elige también para dar Premio, y con este Premio va enseñando a que busquen a Dios, y recibirán el Perdón.
Dios elige al que resucita estando muerto, para que su Poder se cunda y vean que es Dios.
Pero éste no enseña.
Elegidos para enseñar son los menos.
Estos Elegidos son para estudiar lo que escriben, que en arrobo ya les ha dicho Dios.
Y la respuesta, después de estudiado –que tiene poco estudio–, es “amén”, o condenarte al negar que si ves día quieras decir noche.
Estos Mensajes no están ocultos.
Estos Mensajes los tienen la Cabeza de la Iglesia y todas las jerarquías que la Cabeza de la Iglesia tiene bajo su mando.
¡Negarlos, es estar a Dios negando!
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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C1
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