En Sueño Profético
decían:
Dijo un día Dios Hombre a la orilla de un río –cuando iba a
un pueblo donde Lo esperaban los que Lo amaban ya sin conocerlo, los que tenían
curiosidad por oírlo y los que creían, al oírlo, derrotarlo–, delante de los
Discípulos y un grupo de hombres que Lo seguíamos:
“No aprenderá más de
Mí el que antes Me haya conocido, que el que después Me conozca. Aprenderá más
el que crea quién soy, el que Me ame y el que reciba mis Palabras dándole
preferencia a las suyas. El que Me diga Maestro sabiendo que en Mí habita el
Padre, éste aprende, porque Me tiene por quien soy: Dios del Cielo enseñando al
hombre en la Tierra. Habrá quien Me conozca breve tiempo, porque Me tenga que
ir al Padre, y éste, luego sea profesor del que Yo quise que lo fuera. Verán,
luego, después de ya no verme a Mí, llorar más a los que antes me conocieron,
que a los últimos que siempre conmigo los veían, porque Yo de éstos no me
alejo. Me verán y tocarán mi Cuerpo, y verán que Me enterraron, los que Me
dieron entierro. Pero luego, los que Me enterraron y los que después Vivo Me
vieron, serán los que darán testimonio de que Yo era Dios del Cielo”.
Todo esto, lo dejaron de saber, los primeros.
Desperté, oí:
¡Qué Enseñanza da Dios a la orilla del río, para los últimos
que Lo siguieron y los primeros que de Él se apartaron!
¡Cómo te hace pensar en el misterio de su Amor y en la
falsedad del hombre!
El misterio de ser Dios
y de no obligar al hombre.
Y la falsedad sin miedo,
despreciando su Amistad.
Que luego irían buscando
a los que no Lo dejaron
porque vivían su amar.
Éstos, por fuerza sabían
ya de Dios para enseñar.
Porque Dios da la Enseñanza
al que quiere su Amistad.
Que en amando, ya los junta,
los primeros con los últimos.
Y ya van viviendo en Tierra
como en Gloria Celestial.
Dios no tenía diferencia
para el que Lo amaba igual.
Pero Dios manda su Mando
donde Él quiere mandar.
***
Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C7
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