En este Sueño Profético hablaban Agustín de Mónica y Teresa de Ávila.
Decía Teresa:
El que quiera ver que Dios le dicta, lo ve de momento. Si su literatura no fuera de Aquí, te empachaba, y el comportamiento sería de pavoneo. Cuando la literatura es de Dios, el que recibe el Dictado es humilde, sin dar altura a estos Escritos dichos de Boca de Dios. El saber del hombre obliga a que el inferior se descubra; el de Dios se descubre ante el humilde y deja que lo avasalle el intelectual de academia.
Dijo Agustín:
Ningún académico puede competir con estas frases, frases compuestas por Dios y dichas con tanto Amor, que al leerlas hueles a Gloria. Son temas tan variados, con tanta lógica y vida, que leyéndolos ves a Dios, y ya de todo lo demás te olvidas.
Estoy por asegurar
que muy pocos de ese mundo
sin leerlos quedarán.
El que ama, ya los espera.
El que duda, al acecho está,
para hacerse de ellos
y poderlos comparar,
sin saber que Dios ya sabe
lo que el hombre puede hablar.
Pero digan lo que digan,
a Dios no pueden quitar
esta Fuerza tan sublime
y esta gran Autoridad
para mandar al espíritu
que obedezca a Él nada más,
dándole una Sabiduría
que el hombre nunca sabrá.
Por mucho estudio que tenga,
ahí su tope tendrá.
Desperté, oí:
Si mis escritos buscaron
y libros y libros hicieron,
qué harán con esta Gloria,
que es Gloria de Aquí del Cielo.
Es Gloria dicha en Palabras,
es Gloria escrita en cuaderno,
es Gloria que el que las lee
siente Gloria estando en suelo.
Yo sentí la Gloria ahí,
estando viviendo en suelo,
porque la Gloria la sientes
llorando y con sufrimiento.
Si el sufrimiento es de Amor,
y el llanto es de contento,
no digas sufrir al Amor,
y al llanto dile contento.
AGUSTÍN DE MÓNICA Y TERESA DE ÁVILA
***
Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 176-177-178
Santa Teresa resalta la humildad del que recibe, y San Agustín la Sabiduría Divina. Sin humildad no podemos aprender y sin esta Enseñanza seríamos pasto del engaño.
ResponderEliminarY San Agustin dijo....si no quieres sufrir no ames...pero si no amas, para que quieres vivir?...y es cierto. Pero cuando se experimenta el amor de Dios no se puede hacer otra cosa, que compartirlo, es tanto tan inmenso que no puede contenerlo este pequeño vaso que es el ser humano, por lo tanto se derrama, se desborda...0h Jesus manso y humilde , haz mi corazon semejante al tuyo....
ResponderEliminarHola Cristina, bienvenida al Blog de la Fundación Ana García de Cuenca. Gracias por tu comentario.
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