En Sueño Profético decían:
Hay quien ve que cuando la materia muere, cree que ya para qué quiere a Dios. Aquí se puede ver la falta de enseñaza que tienen de espíritu.
Mientras el espíritu está con materia, los ruegos son para la materia. Y cuando muere esta materia, ya el espiritu, no ven que necesite a Dios. ¡Si pensaran que el traje del espíritu tiene Aquí una poquísima importancia, tan poquísima, que no se necesita! Dios es Espíritu.
Estando en el Sueño, yo decía: “Señor, me pesa haberte ofendido, y sé que jamás pecaré, ¡claro, si Tú quieres, sí pecaré! Pero por mí sé que no peco”. Esto lo decía yo con mucha seguridad.
Desperté, oí:
Cuando se ama, no se puede pecar.
Tú pecas en el momento que te retiras de Dios.
Si con Dios estás, el pecado para ti no existe.
Antes de pecar, piensa en Dios, y en este pensar no pecas ya.
Porque en este pensar, amas. Y en este amar, piensas.
El Amor Divino es fuego que quema y este quemar cura.
Queman estas llamas y cura su rescoldo.
Si no sabes de este fuego, no sabes de Dios.
AGUSTÍN DE MÓNICA
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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 35-36
El Amor Divino es un escudo contra el pecado y la Oración mantiene sano el espíritu, al que obedece la materia.
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