En Sueño Profético decían:
Dios no elige sin que tú lo hayas seguido viviendo un sufrimiento. Y en medio del sufrimiento nunca Le digas: “¡Dios mío!, ¿yo a Ti qué malo te he hecho?”; y Le pidas que te dé cuentas por el sufrimiento.
Los que esto no lo piensen y les moleste el que otro se lo diga, no hay duda de que Dios los coge y Le sirven de Recaderos. Unas veces de palabras, y otras sin ellos saberlo.
Dijo uno:
El sufrimiento mayor es sufrir
y a Dios no sentir a tu lado.
Pues en el sufrir sintiendo a Dios,
ya todo lo ves cambiado.
Y no muere la ilusión
de ver sufrimiento acabado.
Estas palabras eran dichas de mi madre:
Lleva el sufrimiento bien,
y el sufrir irá enseñando.
Y en vez de apartar de Dios,
tu sufrir irá acercando.
¡Si este camino es de pinchos,
y lágrimas van regándolo!
Lo que tienes es que saber andar
y también saber enjugar tu llanto.
¡Y ya Le sirves a Dios!
Desperté, oí:
¡Qué razones dan en Gloria
para el que quiera
aprender y practicarlas!
¡Cómo te hablan del sufrimiento,
que tú lo achicas o lo agrandas!
Si lo achicas, vas enseñando.
Si lo agrandas, de Dios apartas.
Te hace pensar el Mensaje
que Elegido con protesta
hace pero no enseña.
¿Has pensado dar consuelo
o razones con soberbia
y ofendiendo a Dios del Cielo?
Piensa que, carne y espíritu
siempre tienen sufrimiento.
Pero tú pisa con fuerza
el camino del sufrimiento,
y que quede tu pañuelo mojado
y para Dios, seco.
Estas Enseñanzas sirven
para al malo hacerlo bueno.
Y el bueno, que cada día
haga más servicio al Cielo.
***
Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 139-140-141
La Confianza en el sufrimiento lleva a la Paz, y el dolor se convierte en Gloria. Es un misterio que Jesús demostró con su Pasión y Resurrección.
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