En Sueño Profético decían:
Hay quien llama a Dios
en su último remedio,
y hay quien dice: “Señor ven
en la Paz y en el silencio”,
sin querer tan sólo amar.
Éstas son dos maneras
distintas de comparar.
Hay quien piensa:
“Tengo que buscar a Dios,
pero tengo gran temor,
si no me perdonará”.
Aquí sigue Magdalena:
A mí me vino esté pensar
después de que me presenté al Maestro,
pero en mi grande ansiedad
de quitarle el sufrimiento
al que me iba a perdonar.
No pensé en los pecados
que hice en mi vida atrás.
En cambio, cuando me dio su Perdón,
y un Perdón sin preguntar,
fue cuando pensé el valor
tan grande que da el amar;
fue cuando sentí vergüenza
sin poderla sujetar,
fue cuando salían de mis ojos
lágrimas con ansiedad.
Yo creo que fue su Amor
y la forma de perdonar,
lo que a mí me hizo sentir
el valor de ir al Maestro a buscar.
Si yo antes pienso,
como después fue el pensar,
seguro que no me encuentro
en la Gloria “perdoná”.
Desperté, oí:
Son dos formas diferentes
de pecar y buscar a Dios.
Si el Amor va rebosando,
sabes que alcanzas Perdón.
Si te dejas los pecados
y después buscas a Dios,
ya Dios hará que tus fuerzas
sólo piensen en el Perdón.
Si empiezas a pensar
todo lo que hiciste a Dios,
te vendrá lucha de espíritu,
de un sí y muchos “nos”.
Si a Dios no Le hiciste mal,
te presenta la oración
y tu forma de actuar.
Y si fuiste pecador
como fue la Magdalena,
si pides un grande Amor,
Dios fijo que a Gloria te lleva.
Después te vendrá el llorar,
como llegó a Magdalena.
MAGDALENA
***
Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 63-64-65
A quien mucho ama, mucho se le perdona porque Perdón es Amor de Dios. Quien se siente perdonado se siente amado y quiere amar más.
ResponderEliminarAmando mucho a Dios, ayudamos al pecador.
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