sábado, 21 de junio de 2014

Tres maneras de nombrar el pecado

En Sueño Profético decían:

Hay quien peca
sin cobrar ni pagar dinero,
y hay quien peca
pagándolo a buen precio.

Todo es hacer pecados
y dar a Dios sufrimiento.

De momento se oyó llorar a hombres
pero sin oír lamento.

Tenían mueca por fuera
de aguantar llanto por dentro.
Fuera tenían el personaje
de lo que su vista estaba viendo,
y por dentro el pecado
ya les estaba diciendo:
“¿Qué vida te quedará?
Y habiendo lo que ya has hecho
tus pecados quedarán
escondidos y en secreto
para ese mundo nada más.
Pero tu remordimiento
algún día te hará hablar,
y ya de qué te sirvió
aquel día disfrutar
o haber hecho tal cosa
que tan sólo tú sabrás”.

Este pensar es conciencia
que a pecado le hace hablar.

Dijo Agustín de Mónica:

De tres maneras
se ha nombrado el pecado,
pero falta el que se cobra.

Aquí te habla conciencia
a tu dinero y a tus joyas,
a lo que luego lo miras
y víboras ves en ellas,
cuando te llegue la hora
que mueres y joyas quedan;
quedan y ya no son tuyas;
fue robo que hizo el pecado
que tú te creíste dueña.

Pues de todos los pecados
sin conciencia no da llanto,
llanto de mirar al Cielo,
no ves la Gloria de Dios
y pecado sigues haciendo.

Tienes que mirar con fuerza,
y ya pecado en el suelo,
pisarlo y ver pecado,
y aunque tuviera brillantes,
víboras son para tu cuello.

Una vez que reconozcas,
cambia camino primero,
y ya oirás las Pisadas
de Dios que sale al encuentro.

Desperté, oí:

¡Se hacen tantos pecados
por no creer en el Cielo!

O por creer sin amarlo
a este Dios que te da el Cielo.

Son pecados diferentes
los que buscas que tú pagas,
o los que vienen a ti
a que tú pecados hagas.

Pero lo mismo es pecar
a horas del mediodía
que a horas de madrugada.

Lo que tienes que querer
es no querer el pecar más
y sufrir por el pecado
que a alguien le hizo llorar.

Pon primero a este Dios,
que si lloras, Perdón da.

AGUSTÍN DE MÓNICA


***

Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 27-28-29

2 comentarios:

  1. Cuando miramos cara a cara el pecado sentimos horror

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  2. Desgranando el pecado se llega a la raíz de todos los males

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