En Sueño Profético hablaban de la diferencia que hay de vivir la Palabra de Dios, a vivir la palabra del hombre. Decían:
Se notará al que más crea y ame a Dios, por la actuación que le vean en las injusticias que reciba y la respuesta que dé.
A la palabra del hombre le pone precio el mismo hombre. La Palabra de Dios, su precio es el Amor al Prójimo, y ya Dios te da el pago.
Vivir sin querer saber del Prójimo, es querer no saber de Dios. En el Prójimo siempre habrá un rincón que espere una ayuda material o de palabras, que esta última hace falta a muchos espíritus para que su materia no dé escándalo por el mal consejo del sufrimiento.
Desperté, oí:
El sufrimiento,
sea el que sea,
te empuja al escándalo.
Hay sufrimientos que se agrandan
por las palabras del hombre,
después de que hay que pagarlas.
Las Palabras que son de Dios,
te achican el sufrimiento
y tú ya vives mejor.
Pero tienes que querer
sentir este Amor de Dios.
El espíritu no obliga,
si tú dices:
“Señor, quítame la Libertad,
si voy a perder tu Amor”.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo III - C5
Una buena terapia es tomar los Libros de Dios como medicina para evitar contagios y si vienen sufrimientos ,no hay bálsamo mejor que la Palabra de Dios.
ResponderEliminar