En Sueño Profético hablaban del sufrimiento cuando tú estás cerca de Dios. Decían:
Hay sufrimientos tan grandes, que las lágrimas quedan dentro y el sufrimiento no lo ve nadie. Hay sufrimientos tan grandes, que el contarlos no los achica, al revés, se hacen más grandes.
Dijo uno:
Se está hablando del sufrimiento del espíritu. En el sufrimiento de la carne, todas las palabras que oigas son para consolarte, y si tus lágrimas asoman, éstas ya sacan otras, y el consuelo intentan darte.
El que ama siempre a Dios, según el que poco ama, ve raro que sufra aquel que siempre tiene en su boca: “Yo a Dios siempre Lo llevo en mi compaña, y Le pido que me dé fuerzas hasta que lleve a mi espíritu donde la vida no acaba”.
Desperté, oí:
Para entender
las clases de sufrimientos,
tienes que haber sufrido
y seguir a Dios queriendo.
Si esto no lo has vivido,
no achicas el sufrimiento.
Y tus consejos serán
siempre ofendiendo al Cielo.
La intimidad con Dios
tiene que traer sufrimientos.
Cuando amas de verdad,
sufres por ver el desprecio
que el hombre Le manda a Dios
no cumpliendo sus Mandamientos.
Mandamientos:
salvación de espíritu
cuando ya no tiene cuerpo.
No hay quien pierda la Gloria
si siempre tuvo a Dios
en su espíritu y su lengua.
Y guardó el sufrir de espíritu
para no oír ofensas.
Si sufres amando a Dios,
más cerca de Dios te encuentras.
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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C3
El Consuelo de Dios en Palabras.
ResponderEliminarSi es tan corto el camino! Que termina antes de empezar!
Si comparas esta vida con la inacabable eternidad.