En Sueño Profético decían:
Si creyeran en la Existencia de Dios Vivo, adorarían al que Él mandara con sus Palabras. Porque no adorarían a él, adorarían al que el Mando daba.
Si creyeran en este Mundo, que el Mundo lo hace el Poder de Dios y su Palabra, buscarían al que dijera: “Dios arroba mi Espíritu, lo saca del cuerpo y me manda que lo diga para que el hombre viva con la seguridad de que el espíritu siempre tendrá Vida. Y que a esta Vida no puede llegar el hombre”.
Esta Vida tiene vivos a los primeros espíritus que Dios les puso cuerpo.
Aquí vive sin el cuerpo el que Dios trae antes de morir el cuerpo. Ve, oye y anda, pero no se nota cuerpo. Se nota como algo que hay encerrado, que luego se encuentra suelto, como peso que te quitan que tú no llevabas peso, pero peso tú sentías.
Aquí sólo hay Espíritu y Poder Inmenso. La Palabra hace la imagen y la figura cuando tienen que llegar estas Enseñanzas al hombre, para enseñarlas con seguridad. Que jamás pueden ser de la Tierra.
Dijo uno:
Aquí ves con el espíritu. Y todo lo que Dios trae para enseñar, lo trae su Poder. Ya pueden ser mares o montañas, que los convierte en vasallos y los pone en presencia de la Enseñanza.
El espíritu se mueve Aquí como humo en gran espacio, pero con Mando Divino. Hay veces que te ves andando, pero no llevas ni pies, ni piernas. Hay veces que coges algo, porque precisas cogerlo, y coges tu misma mano. O sea, coger el sol o el agua, esto sería imposible.
Desperté, oí:
Si quieres, ves que esto no puede ser de un hombre, por grandes estudios que tenga.
Que esto no es nada comparado con el sentir que lleva un espíritu cuando llega con esta Enseñanza a la Tierra.
Hay cosas que si no sientes, jamás podrías explicarlas.
El que no ha sentido arrobo, no puede dar Enseñanza de vivir donde no hay cuerpo.
Aquí empezó el arrobo explicando, a la vez que el sentir Dios lo estaba dando.
Estas fueron las Palabras primeras que oyó el Elegido, con cuerpo:
“Así se desprende el espíritu del cuerpo”.
Y fue dejando sin movimiento todos los miembros del cuerpo.
Hasta perder el oído y ver el cuerpo como otro cuerpo que no fuera tuyo.
Y hace dos donde hay uno.
Que estudien este Mensaje y comparen con lo que el hombre tiene escrito.
Aquí verán que el Escrito se firma: “Soy Elegido”.
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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C2
Llama la atención el sentir en la Gloria
ResponderEliminarY siempre que esto explica más hambre deja el Mensaje
Dios mío que Grande eres ,nunca te repites y aunque volvieras a referir una Palabra, siempre suena nueva porque es Eterna tu Enseñanza
Que aburrido es todo lo de la tierra