Quedé dormida, contenta y con disgusto. Esto no sé explicarlo.
En Sueño Profético decían:
El espíritu siente y comunica a la carne, pero esto si Dios da Mando. Si no da Mando, sientes descontento, y este descontento ya te va aclarando interior de cuerpos. Que interior es espíritu.
Dios te hace que sientas la Paz de su Gloria, aunque tengas sufrimientos. Y te hace que conozcas donde Él no está, que es donde no veneran su Mando.
Dijo uno:
Dios Hombre enseñaba a que conociéramos a los que en Él no creían, aunque dijeran Maestro. Decía:
El que os busque a espaldas mías, ya está pecando.
Al que vaya con vosotros, Yo lo llamo, porque sé que Me cree.
El que os busque a espaldas Mías, si lo admitís, estáis más con él que Conmigo, y ya no os mando.
Despreciad consejo que antes no haya sido por Mí aconsejado.
No cambiad mis Palabras, que éstas ya vienen de mi Padre y traen Gloria de Tres Dioses en Uno: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu, que es el que da sonido a las Palabras y al Poder para hacer prodigios.
Desperté, oí:
Dios se hace Hombre para enseñar al hombre.
Y su misma Enseñanza sigue por siglos sin fin.
Dios enseña al espíritu, y el espíritu enseña y guía a la carne.
Leyendo las Palabras por Dios dichas y ahora diciendo, ves ya pobre todo lo que escriba el hombre.
Enseñaba a conocer al que en Él no creía.
¡Qué cierto, que quien buscara a las espaldas del Maestro, conociéndolo, quien de Él hablara, era no creer que era Dios!
Si de Dios te guardas, tú no crees en Dios. Y si no Lo buscas, no sientes su Amor.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C1
Los "tapujos" no son de Dios
ResponderEliminarQuien quiere saber de Dios lo busca sin filigranas
Dios quiere vernos de frente y con sed de sus Palabras