En Sueño Profético hablaban de la actuación que tenía que tener el que Dios le daba sus Palabras y le decía: “Ve y di en mi Nombre lo que Yo mando que digan en mi Gloria”.
Decían:
Ella no se puede presentar si no es llamada, por no ser ella la que en ella manda. Igual que en lo material va pidiendo limosna, en lo espiritual tiene prohibido, mientras no sea llamada, el acudir, incluso a la Cabeza de la Iglesia, por haber hecho llamada y no tener contestación al Mando que Dios daba.
El cuerpo muere. El espíritu, si está con Dios y a su Mando, muere el que desprecio le dé, y ya Dios aparta.
Pide para la materia y busca al que quiera saber de Aquí, para que no pierda la Gloria. Pero al que a Dos dé desprecio, te lo prohíbe la Gloria.
Desperté, oí:
Busca al hambriento,
levanta al caído,
y dale el perdón
al que perdón ha pedido.
Pero el que desprecia el Evangelio,
dicho y hoy diciendo,
no es bien nacido.
Tu presencia sea al que representa a Dios, cuando haya llegado llamada. Entendido queda, cuando sea fuera de lo que administra.
Este Mando, ahí lo lleva el espíritu arrobado.
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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C4
Bendito sea Dios
ResponderEliminarBendita sea la Madre Virgen
Bendito sea su Profeta que en sus Libros lleva la firma
Ana García de Cuenca