miércoles, 12 de diciembre de 2018

La vida y la muerte

En Sueño Profético decían:

El hombre se hace malo si no practica las Palabras que Dios, cuando vivió de Hombre, iba enseñando. Y si las practica habiéndolas reformado, tampoco es bueno para el Cielo, porque todo lo que se reforma, siempre crees mejorarlo.

Tan sólo al pensar esto, te da miedo y te sientes fracasado cuando te llega el pensar: “Por mi culpa hago a tantos pecar. El día que me presente en el Juicio Final, no tendré quien me defienda, porque al querer defenderme ya hago a más pecar”.

Para creer y amar, tienes que vivir sus Palabras sin intentar reformar.

Dijo uno:

Dios no puede equivocarse, porque no es pasado ni futuro. Dios es presente en la vida y en la muerte, en la soledad y en la abundancia de gente. El que así lo crea, vive su Presencia y no reforma.

Desperté, oí:

¡Qué alegría
al que le llegue la muerte
y no sufra nada más
que por los vivos que se deje.

Que este sufrir
es corto para el que muere,
y largo para el que se queda,
aunque lo mismo se quieran.

La alegría de morir,
ya llega después que mueras.

Cuando antes de morir,
a Dios Le diste las cuentas
del mal que hiciste ahí.

Por eso es alegría
al que le llega la muerte
con estas frases ya dichas:

¡Contigo, Señor, yo siempre!

Porque no hay nada verdad
como la vida y la muerte.  

La vida, porque se acaba,
y la muerte, porque es Vida
y no es muerte.


***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C2

1 comentario:

  1. La muerte está al acecho y nadie sabe su hora
    Hay que estar preparados con los deberes hechos,que no es cosa de broma lo que nos jugamos en la eternidad
    Y es salvandose y no es lo mismo con notas bajas que con un sobresaliente
    Hay que hacer los deberes!

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