En Sueño Profético decían:
¡Dios, Poder Infinito!
¡Dios, Poder poderoso!
¡Dios, Imagen presente e invisible!
¡Dios es Acción que no puede detener el hombre!
¡Dios, Bálsamo del sufrimiento!
¡Dios, Bálsamo del dolor de la carne!
¡Dios, Refugio del pecador!
¡Dios, Refugio del que no quiere nadie!
¡Dios, Comprensión de la incomprensión del hombre!
Este Dios es Dios de todos,
pero todos no Lo quieren.
Este Dios te da y te pide,
pero un pedir si tú quieres.
Este Dios te hace justicia,
y la justicia ya corre de boca en boca,
sin que la calle el hombre.
Desperté, oí:
Dios, Poder poderoso,
saca a la luz del día un Sí
que el hombre no quiere.
Un Sí de liberación
para los que el Sí si quieren.
Que este Sí da malestar
al que a Dios no quiere.
Este Sí contenta a pocos,
que pocos son los que a Dios quieren.
Hablaban en este arrobo del grande Poder de Dios, de su Presencia sin Cuerpo, de Dios Bálsamo para las heridas del sufrimiento y Bálsamo para el dolor de la carne.
Por eso manda Dios que se publique su Poder, dejando en suelo sucio el poder del hombre.
¡Hombres enfrentándose a Dios,
para que Dios les responda!
¡Hombres que al no respirar,
todo lo de ahí les sobra!
Que este no respirar
puede que te llegue un día,
cuando tú mejor te notes
de salud y de alegría.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C1
Que belleza de letanía!!
ResponderEliminarEs para besar las letras y doblar rodillas delante de los renglones .Pedir a Dios que pronto sepa el mundo como nos quiere Dios y que solo espera nuestro regreso a sus brazos