En Sueño Profético decían:
¿Cómo puede el hombre que tenga este Caso cerca, no acudir a las Palabras que el Instrumento lleva, si en la segunda Palabra ya está viendo que no es ella?
¿Cómo pueden rezar el Padre Nuestro y pronunciar “venga a nosotros tu Reino”?
En el rudo es la ignorancia. En el culto es que a Dios en el rezo Le estás mintiendo. Porque si piensas en los años que todos los día Dios baja del Cielo este “Evangelio Diciendo”, al saberlo y no acudir, no reces el Padrenuestro. Esto es pedir a Dios Luz, darte Dios la Luz y tú cerrar los ojos como si Dios no te hubiera oído. Éste es pecado de desprecio, que es el peor de los pecados.
Desperté, oí:
Decían en el arrobo, que el desprecio, el hombre, no lo tenía por el peor de los pecados.
El desprecio a Dios es meditado, es sentido y desafiando.
Hay pecados grandes que no sabes cómo pasaron.
Pero el no querer saber lo que Dios a diario está diciendo, es pecado meditado.
Que si el que no acude, pudiera, dejaría mudo al Lugar que Dios le habla y enseña para que el hombre no pueda ni una palabra quitar ni reformar.
Querer engañar a Dios es peor que no querer que exista Dios.
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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C6
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