En Sueño Profético hablaban de los estudios, de las carreras, del avance que el hombre quería en todo lo material y del desprecio que tenía a la enseñanza del espíritu. Decían:
Todos los estudios, si los haces forzados, no dejan buen fruto.
Pero la Teología, decía Tomás de Aquino, que debía estudiarla el que a Dios amara, no el que sólo creyera, porque el teólogo sin sentir a Dios debe no hacer uso de la carrera, porque la falta de Amor le hace cambiar los temas, olvidando que Teología es Palabra y Escritos de Dios.
Si falta Amor, ya traduce a su manera y tiene hasta aceptación para el que no ama o no crea.
Teólogo es, decir palabras que están dichas por Dios y que su traducción llega al espíritu, donde ya quedan con fuerza y dan Fruto Divino.
Desperté, oí:
Con la Teología, sin sentir a Dios, haces traducciones en contra de Dios.
Un veterinario, con Amor a Dios, procura que su receta haga buena curación.
Un arquitecto no deja de vigilar el edificio, y primero sus cimientos, aunque él no vaya el edificio a habitar.
Ya, la medicina y las manos del cirujano, si hizo la carrera sin Amor a Dios, cuántos al cementerio habrá mandado.
Si estudió medicina, queriendo servir a Dios, más curaron sus palabras que la receta que dio.
Un teólogo hablando y dentro llevando a Dios, sin querer te hace vivir la vida que Dios Hombre vivió.
Y tú ya haces tu vivir, primero poniendo a Dios.
Si estudias Teología, no sigas si no hay Amor.
Porque el que no ama se guía de lo que al teólogo vio.
TOMÁS DE AQUINO
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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C5
Que grandeza hay en estos mensajes
ResponderEliminarPara todo en esta vida hace falta el Amor
ResponderEliminarSin Amor todo queda en fracaso aunque tengas títulos en las paredes tapizando
Sin Dios en el corazón y en la boca el título es "fracaso"