sábado, 23 de mayo de 2020

El Amor a Dios

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios se compara con las monedas que el Prójimo Aquí mande, que fueron entregadas por ti.

El Amor a Dios tiene un precio que todos pueden comprarlo. Es barato el comprarlo, y luego no tiene precio.

Al sentirte este Amor de fuego, ya lo ves todo apagado, si comparas el amor de la Tierra con el Amor del Cielo.

El Amor a Dios, unas veces te hace fuerte, y otras veces tú no te sientes con fuerza para tirar del Amor donde quieres que lo quieran.

El Amor a Dios te da alegría y tristeza; te hace que perdones; y otras veces, este Amor, te empuja a que condenes.

Yo tenía grandes luchas,
y siempre podía el Amor.

De este fuego me salían
palabras, pero sin voz,
y la mirada iba al Cielo
y ya podía el Amor.

Desperté, oí:

Este Amor te exige y quema,
porque sabe que respondes
y que el “sí” nunca le niegas.

Este Amor, si no lo sientes,
no vives vida por dentro,
y te hará desafío,
alegría o sufrimiento,
ser pobre o que seas rico,
porque la alegría de Dios
no tiene casa ni sitio.

Esta alegría es humilde
y su casa es el espíritu.

Si no sientes este Amor,
di, “estoy muerto”,
aunque te tengan por vivo.

Porque al vivir sin Amor,
siempre sentirás el frío
de la distancia de Dios.

¡Ay vida que engaña al hombre
para que vida no viva!

¡Ay vida que el que te quiere,
de la muerte lo retiras!

Cuando te sientas sin fuego,
di, “estoy muerto”,
aunque te vean con vida.

TERESA DE ÁVILA


***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C1

1 comentario:

  1. Seremos juzgados en el amor
    De nada sirve la religiosidad sin Amor
    Antes se salva un indígena sin letras ni religión, que ha tratado a su prójimo con Amor que un catolico instruido que vive la indiferencia ante su prójimo
    Dios es Amor!

    ResponderEliminar