miércoles, 6 de mayo de 2020

Cuando se ama es difícil pecar

En Sueño Profético decían:

Es fácil pecar cuando no se ama. Cuando se ama es difícil el hacerlo. Esto que voy a decir eran dichos de mi padre:

Él decía que no había vivir más malo que vivir siempre pecando, no por pecar, si sólo viviera carne, sino por el espíritu no poder entregárselo a Dios y vivir de Dios aparte. Decía: “Cuando se ama, es difícil pecar. Es más fácil comer sin ganas o trabajar sin querer, que pecar queriendo a Dios. El hombre, cuando peca, es porque se olvida de Dios”.

Él tenía un gran amigo, que antes de ser amigo fue un gran pecador. Éste, decía que cuando en el trabajo hablaban le decía que él no quería pecar, pero que el pecado lo perseguía; que unas veces de una forma y otras veces de otra, se le ponía el pecado delante, con fuerza, y no podía apartarlo. Un día, decía mi padre, que estando contándole una escena fea de pecado, llegó una mujer joven con un niño de la mano, y que al verlos, se paró y empezó a contarles su mal vivir, porque había sido abandonada por el padre de su hijo. Quedaron los dos parados, y él, antes de que hablara el otro, dijo –pues ya había valorado sus vestimentas–:

   –No te hace falta comida… por el lucir de tus joyas… Si es tu marido del que hablas, puedes pecar con este camino que llevas. Y si no es tu marido, quítate de pecar y mira al Cielo, por si hay tiempo de que tu espíritu se salve y tu hijo sea hombre bueno y odie el camino del pecado, que es el que tú, o lo has andado o vas a cogerlo.

Dice que siguió andando, y que se oía insultar a lo lejos, y que el que aún no era amigo, echó la vista para el suelo, y éstas fueron sus primeras palabras:

   –Éste es el perseguir que a mí me trae el pecado. Ya no hace falta que me enseñes, porque esta Enseñanza es Dios el que me la ha mandado.

Desperté, oí:

Este hombre siente Amor
y no puede hacer pecados.

Se fija en la mujer
y en el niño de la mano,
que el dinero y el lujo
los dos iban derrochando.

Pero más le superaba
el querer seguir pecando.

Si a los dos los ve andrajosos,
da limosna en Dios pensando.

Pero presentó inocencia,
el peor de los pecados.

Su presencia era diabólica,
y la inocencia del niño
a la Gloria iba llamando.

Y ellos se hicieron amigos,
cuando dejó uno el pecado.

Si amas a Dios del Cielo,
no compadeces al pecado.

Compadeces al que pecó
y llora a Dios buscando.


***

Libro 14 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C3

2 comentarios:

  1. Tendremos muchos conocidos pero amistad verdadera ,si somos de Dios ,solo podemos tenerla con aquellos que son del mismo pensar y sentimiento
    Que intimidad puede haber entre lobo y cordero?

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