lunes, 7 de noviembre de 2022

El Amor a Dios

En Sueño Profético decían:

Llénate de Amor a Dios, y ya le puedes a la ira, a la soberbia y desprecias la mala tentación.

El Amor a Dios puedes pedirlo de pensamiento, poniendo acción.

El Amor a Dios te hace que veas ya diferente lo que el que no ama no ve.

Sin Amor a Dios es casa vacía, día sin sol, noche sin luna.

Sin Amor a Dios ves el convento sin ilusión.

Sin Amor a Dios no compadeces y la Palabra de Dios escondes.

El Amor a Dios te da alegría, te quita el dolor que tú te sentías.

El Amor a Dios, el que lo sienta, va dejando señales de mil maneras.

Yo, cuando me ponía a hablar de este Amor cómo se siente, ya no podía callar. Había veces que el contagio hacía sacar el pañuelo, y las lágrimas lo mojaban. Cuando yo quería contar el sentir de mi éxtasis, dentro y fuera del convento, yo no podía callarme. Mi espíritu a Dios pedía ayuda, y un Fuego grande sentía, que hasta mi nombre oía, pero no lo oía nadie.

Desperté, oí:

¡Cuánto me hicieron sufrir,

los que querían que callara!

Pero Dios oía mi pedir,

y más fuerzas me mandaba.

Yo le quería servir a mi Dios

en el camino que me mandara.

No era sufrir, sufrir,

si ponía de donde el Mando venía.

Yo siempre busqué la Gloria,

pero jamás yo pensé

que de Dios

yo fuera Mensajera.

El que tenga este contacto,

sufre mucho al explicarlo,

porque quieres que el que oiga,

mire al Cielo y pida Glorias.

TERESA DE ÁVILA

***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C7

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