viernes, 27 de septiembre de 2024

Curaos el espíritu

En Sueño Profético dijo uno:

La enfermedad del espíritu se cura acercándose a Dios. La enfermedad del espíritu la contagia Satanás. Y el enfermo tiene que tomar el medicamento que ahuyenta su poder, le inutiliza las piernas y lo arrastra como culebra, quedando sin fuerzas y soltando al espíritu que tiene prisionero.

Los espíritus del mal son constantes presentándote razones diabólicas. Su derrota la encuentran cuando ven que la obediencia es a Dios y la maldición a ellos.

Muchas veces dijo Dios a sus Discípulos:

Pensad que lo que Yo os diga no querrá el espíritu del mal que lo hagáis.

Si alguno siente duda, que sepa que es el mismo Satanás el que está aconsejando no hacer lo que Yo digo, que a Mí, siendo Dios, intenta que no haga el Mando que mi Padre manda en Mí, y sabe que Yo soy Dios Hijo y Dios Padre, pero quiere que no exista mi Reino.

Curaos el espíritu haciendo lo que no mandan los demonios.

Desperté, oí:

El hombre le manda a la carne y al espíritu no nombra.

Y no sabe que es enfermedad que empieza sin fuerza y acaba perdiendo la Gloria.

Que pocas veces, ninguna, da el médico la receta como son las relaciones con todo lo que es Divino.

Con todo lo que no acaba cuando se deja ese mundo.

Con el gran Medicamento de Dios Padre, de Dios Hijo.

Cuando Dios hizo el mundo, Él se hizo Hombre para enseñar cómo curar el espíritu.

Pues, ¿por qué no sigue el médico hablándole de Dios Hijo al que tenga enfermedad no de carne y sí de espíritu?

El espíritu es humo saliendo por chimenea, que si tapas la salida el humo ahogado queda.

Haciendo lo que Dios manda, tapas y apagas candela.

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Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - C7

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