Una vez que Dios da Mando, ya nadie puede callarlo

En Sueño Profético decían:

Hay sufrimientos que llegan sin tú poder detenerlos. Y hay sufrimientos que llegan porque tú fuiste a por ellos.

La Enseñanza del que Dios trae Aquí es no darle buen sitio al sufrimiento y sí darle desprecio, y no nombrar mucho a Dios con alegría y confianza de que un día el sufrir se vaya y deje huella de todo lo que has pasado en la Tierra.

Después de que falte el Elegido tendrán que llorar de ver lo que han perdido.

Dijo uno:

Ya, tus palabras y consejos sean valorados, por ser Dios el que te da el Mando. Dios busca y perdona, pero no puede obligar a que Lo quieran. Si obligara, el mundo lo acabaría. Pero perdonar sus Palabras sí manda que se haga. Pero si admites desprecio, ensucias estas Palabras.

Creer es buscar, preguntar y obedecer. Y ya, copiar la vida que hace el Elegido es seguir los Pasos de Dios. Siguiendo estos Pasos, ya sientes a Dios, y nunca te verán solo. Es un sentir que quita miedo de perder la Gloria. Es un sentir que quisieras repartir. Es un sentir de Amor y de confianza que quita el sueño y a Dios más Lo llamas.

Desperté, oí:

Estará todavía esperando el que creía que Esto quedaría callado.

Una vez que Dios da Mando, ya nadie puede callarlo, ni con dinero ni con cargo.

Lo que sí es de pena es que los que están más cerca estén más lejos.

Ruegan en la Gloria que no se deje aquí de dar publicidad. Cuanta más, mejor.

Ya que nadie puede presentar Dictados de Gloria.

Esto, todas las noches, cuando llega el sueño.

Los que están a este Mando no saben el premio que Dios está dando.

Que lo da para todo el que a Dios ame.

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Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C8