En Sueño Profético decían:
El pudor ha muerto. Ha
muerto porque se ha retirado de Dios y lo que no está con Dios está muerto.
Dijo uno que joven subió al
Cielo porque Dios se lo mandó:
El pecado es cuchillo con
dos filos, que mano que apriete la corta. Y el pudor es elegancia al Amor que a
Dios le tengas. El que ama a Dios en Dios piensa y al pensar recuerda lo que a
Dios le agrada.
No hay persona que peque y a
Dios tenga en su memoria, porque si a Dios recuerda pudor presenta. Pudor en
sus movimientos, en su vestimenta y en decir palabras que en la regla de Dios
no entran, y si continúa el pudor se hace frontera para el pecado.
El pudor se aprende y se
enseña. Se aprende porque tú amas y el Amor te manda la vestimenta, y se enseña
porque tú quieres que todos aprendan el pudor.
Desperté, oí:
Que bien describen en la
Gloria la palabra de pudor.
Era joven el que enseñaba a
presentar lo que le agradaba a Dios.
Había vivido en la Tierra. Y
el tiempo que ahí vivió enseñó a los dos sexos lo que le agradaba a Dios.
No podía soportar oír “yo
soy de Dios”, y tener bien olvidado el recato y el pudor.
Es pena que haya muerto,
para muchos, el pudor.
– Yo recomiendo un mandato que yo digo sin ser yo: Que el
que viva pudor que haga su exhibición y así aprenderá el que quiera este Camino
de Dios.
El que ama siempre vive con
la compaña del pudor.
***
Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII
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