En Sueño Profético hablaban de muchas cosas diferentes. Hablaban de la vida, hablaban de la muerte, hablaban de las miserias, hablaban de los pudientes, hablaban de gente noble que con facilidad comprendía el Amor Divino y querían practicarlo. Nombraban a los rebeldes que practicaban el daño. Hablaban de las dos vidas y referían pasados de gente de aquellos tiempos, que se guiaban del Sol para empezar la faena, y ya no acababan trabajo hasta que el Sol se escondiera.
También pusieron delante de todo lo ya nombrado, el sufrimiento, cómo hay quien lo disfraza y difícil es el verlo: entonces ya Dios lo saca. Pero no es el sufrimiento, el sufrimiento siempre es de aquel que sufre por remediar otro mayor sufrimiento.
Dijo uno:
Dios da a conocer el premio que da, pero el sufrir lo deja en Libertad.
También decían en el arrobo:
Dios, con su Poder, hace que espíritus que ahí vivieron estén con espíritus que aún no han dejado la materia. Este arrobo ha sido para espíritu sólo, sin que la materia pudiera comprender al comunicar el arrobado. Esto es Poder y Fuerza para el Instrumento.
Desperté, oí:
No podría la materia comprender esto que vive el espíritu, cuando es sólo para espíritu.
Habría interpretaciones en contra del Elegido.
Le harían preguntas que no podría contestar, porque el ver ha sido sentido por el espíritu.
El Instrumento sí queda enseñado, pero no para transmitir la Enseñanza.
Es grande este contacto de espíritu sin carne.
Es Poder de Dios Divino donde no llegan los hombres.
Tan sólo llega el amar a todo lo que Dios quiere.
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Libro 14 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo II - Cierre de Libro
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