En Sueño Profético hablaban de la obediencia. Ponían comparaciones y ejemplos que a los grandes talentos los dejaban mudos. Decían:
Si no tienen obediencia, no mandes, porque te harán sufrir y acabarán pecando.
Tu Mando sea siempre donde crean que el Mando es de Aquí aunque a ti te oigan hablando. Mando donde no crean, te hacen daño, porque la actuación, luego, no va con el Mando.
Piensa: sin obediencia y despreciando tu Mando, ¿qué le harían a los mensajeros que a la Cabeza de la Iglesia tú has mandado?
Tu Mando tiene que ser fuertemente acunado, como buena madre que lleva al hijo en brazos. Si es mala madre, irá protestando, y en la primera silla o rincón del suelo lo dejará tirado.
Dijo uno:
Si tu Mando lo cogieran después de estas palabras dichas en ellos: “¿qué hago?” o “el mando que sea para mí puedes usarlo”, sería una enseñanza tajante para el que de Dios viviera retirado, y a muchos que piensan mal, el rostro les verías avergonzado. ¿Quién conocerá mejor el fondo del mar que el buzo que va buceando?
Desperté, oí:
El que Dios manda, conoce el fondo del cuerpo, que es el espíritu.
Y ve, sin visión, la contestación que dará el espíritu.
Lo mismo que Dios le hace comprender intención sin palabras, ¿cómo no se entrega, el que conoce esto, y piensa: “Dios no sería Dios si se equivocara?
Esto, tiene que llegar el día
que no repitan palabras.
Y que quede en vía muerta
el que caso no te haga.
Porque Dios te dejó un tiempo,
pero ese tiempo se acaba.
¡Qué cambio daría todo
si tu Mando practicaran!
Puede que quieran hacerlo
cuando ya no te haga falta.
Porque el Mando no es tuyo,
ni tampoco las Palabras.
***
Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C1
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lunes, 2 de diciembre de 2019
miércoles, 20 de julio de 2016
Grandes “Hablas”
En Sueño Profético decían:
¡Cuántas Apariciones hay perdidas por culpa del hombre!
Yo conocía a una zagala que tenía Apariciones. La madre sí la creía. Al padre, cada vez que algo le contaban, le entraba una rebeldía, que ya todos le notaban que algo le había ocurrido, y no bueno, por sus gestos y carácter.
Una mañana, cuando el padre iba a su faena bien temprano, al pasar por la habitación de la niña, vio tal resplandor, que remedio no hubo para que no entrara. Entró y vio la cama vacía y, en un rincón de la habitación, a la niña de rodillas, pero a un palmo del suelo era la altura a la que estaba su cuerpo; la elevación impedía el contacto con el suelo. Él no pudo hablar, pero sí oír a la hija decir:
–¡Gracias Señor que mi padre ya me cree y mi madre no sufrirá! Que me deje que haga el rezo cuando me vaya a acostar. ¡Gracias Señor! Otra vez quiero darte las gracias: ¡Gracias Señor!
Cuando la niña vio al padre, ya estaba en la cama. El padre sí la vio en éxtasis. Ella creyó que fue en la cama. Lo que la niña contaba cuando se lo preguntaban eran estas palabras:
–A mí, cuando me pongo a rezar, esto es lo primero que me hablan: “Tú di a tu padre, cuando a la calle se vaya, que Dios te hace techo de suelo, para que viva tu alma; que tu cabeza no piense lo que tu lengua desbarra; que tus pies no pisen sitio donde el pecado aguarda”.
Esta comunicación la oían la niña y la madre, y junto con ella la repartía.
Desperté, oí:
Estas comunicaciones, el mismo padre cundió.
Pero cuando alguien lo oía contarlo, a él con su voz, buen sufrir le venía.
¡Él, que siempre amenazaba a la chiquilla y la madre!
¡Él, que vivía las noches siempre fuera de su casa!
Aquella noche se fue a acostarse a su casa temprano, con el pretexto: ¡Hay que madrugar mañana!
Esto fue lo que pensó para presentarse en cu casa.
Y en su casa creyeron que venía enfermo, enfermedad para cama.
¡Qué lástima que se pierdan,
de Dios, estas grandes “Hablas”!
¡Qué lástima que maltraten
al que diga: “Dios me habla”!
El padre ya la creyó
cuando vio vacía la cama
y a la niña en resplandor.
Ante del padre ver esto,
buenos martirios le dio.
***
Libro 6 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo I - C5
¡Cuántas Apariciones hay perdidas por culpa del hombre!
Yo conocía a una zagala que tenía Apariciones. La madre sí la creía. Al padre, cada vez que algo le contaban, le entraba una rebeldía, que ya todos le notaban que algo le había ocurrido, y no bueno, por sus gestos y carácter.
Una mañana, cuando el padre iba a su faena bien temprano, al pasar por la habitación de la niña, vio tal resplandor, que remedio no hubo para que no entrara. Entró y vio la cama vacía y, en un rincón de la habitación, a la niña de rodillas, pero a un palmo del suelo era la altura a la que estaba su cuerpo; la elevación impedía el contacto con el suelo. Él no pudo hablar, pero sí oír a la hija decir:
–¡Gracias Señor que mi padre ya me cree y mi madre no sufrirá! Que me deje que haga el rezo cuando me vaya a acostar. ¡Gracias Señor! Otra vez quiero darte las gracias: ¡Gracias Señor!
Cuando la niña vio al padre, ya estaba en la cama. El padre sí la vio en éxtasis. Ella creyó que fue en la cama. Lo que la niña contaba cuando se lo preguntaban eran estas palabras:
–A mí, cuando me pongo a rezar, esto es lo primero que me hablan: “Tú di a tu padre, cuando a la calle se vaya, que Dios te hace techo de suelo, para que viva tu alma; que tu cabeza no piense lo que tu lengua desbarra; que tus pies no pisen sitio donde el pecado aguarda”.
Esta comunicación la oían la niña y la madre, y junto con ella la repartía.
Desperté, oí:
Estas comunicaciones, el mismo padre cundió.
Pero cuando alguien lo oía contarlo, a él con su voz, buen sufrir le venía.
¡Él, que siempre amenazaba a la chiquilla y la madre!
¡Él, que vivía las noches siempre fuera de su casa!
Aquella noche se fue a acostarse a su casa temprano, con el pretexto: ¡Hay que madrugar mañana!
Esto fue lo que pensó para presentarse en cu casa.
Y en su casa creyeron que venía enfermo, enfermedad para cama.
¡Qué lástima que se pierdan,
de Dios, estas grandes “Hablas”!
¡Qué lástima que maltraten
al que diga: “Dios me habla”!
El padre ya la creyó
cuando vio vacía la cama
y a la niña en resplandor.
Ante del padre ver esto,
buenos martirios le dio.
***
Libro 6 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo I - C5
miércoles, 29 de enero de 2014
Las grandes revoluciones de Dios
En Sueño Profético hablaban de las grandes revoluciones que Dios, desde que está el mundo, había formado desde el Cielo a la Tierra. Decían:
La mayor fue su Venida,
y después le sigue ésta,
dando comprobación de su Existencia,
poniendo Dios al hombre a que piense
que no sólo vive en Tierra.
Y que no fue que hubo un Dios,
Lo mataron
y su recuerdo hace en piedra,
en barro o en madera,
como otra estatua más,
pero no por Dios que sea.
Pues estas Palabras con Enseñanza,
que quedarán por los siglos sin fin,
no hay otro caso igual a ellas.
Se tiene que hablar de Dios,
pero no en esta tierra.
Aquí tal vez sea donde menos,
por vallarla la soberbia
y el desprecio a este Dios,
que a diario pueden verla y preguntarle.
Es Dios el que dicta estas Sentencias.
Es el mismo en el Amor y en el Perdón al hombre,
ya que el hombre tiene a Dios olvidado.
Dios sigue amando al hombre.
Todo esto es medicina
que sin duda alguna cura,
porque Dios, su medicina
es para la Salvación del hombre
y para donde no haya pecados,
que haya hombres.
Por eso esto es para el mundo entero,
y ya Dios irá secando en algunos sitios
y en otros floreciendo.
Secando, donde aquí quieran silencio.
Y floreciendo, donde quieran escándalo.
Todo lo que dicte Dios,
mande y haga, será escándalo,
que el mismo hombre lo forma
al querer tener callado.
¡A más gente buscará
el que Él le dé el Mando!
Desperté, oí:
Puede el hombre
comprobar este Caso,
y no pondrá compañero.
Y también puede estudiar
que por uno que no quiera,
más de mil se enterarán.
¡No que se enterarán,
que ya fueron enterados mil,
por poner algún número!
Este Caso Dios mandó
que se hiciera mundial,
y el hombre no obedeció,
el que le tocó empezar.
Hoy será sin discutir,
porque discutir sería:
primero, no amar a Dios;
y después, no entender de Teología.
¡Ese mundo,
que el hombre vive prestado
en la Tierra que sus pies
están pisando!
¡Ese mundo,
si Dios dijera a la Tierra “Sí”,
quedaría el mundo enterrado!
¡Ese mundo,
que si Dios no sujetara,
los mares se saldrían de su sitio!
Pero en defensa de Dios,
dejando a hombres y montes
donde viven los corales,
donde están los tiburones.
Este Caso
no quedará en la Historia
para que sirva
como una cultura más.
Este Caso, hoy viviente,
es para al mundo enseñar.
Como lo fue su Venida,
que aún discutiendo están,
pero saben que no es mentira.
Pues igual pasa
a este Mando que Dios manda
y que se dicta.
¡A más quieran que se calle,
más gritos darán Arriba!
Si buscan un caso igual,
que digan: “Esto es mentira”.
***
Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 34-35-36-37
La mayor fue su Venida,
y después le sigue ésta,
dando comprobación de su Existencia,
poniendo Dios al hombre a que piense
que no sólo vive en Tierra.
Y que no fue que hubo un Dios,
Lo mataron
y su recuerdo hace en piedra,
en barro o en madera,
como otra estatua más,
pero no por Dios que sea.
Pues estas Palabras con Enseñanza,
que quedarán por los siglos sin fin,
no hay otro caso igual a ellas.
Se tiene que hablar de Dios,
pero no en esta tierra.
Aquí tal vez sea donde menos,
por vallarla la soberbia
y el desprecio a este Dios,
que a diario pueden verla y preguntarle.
Es Dios el que dicta estas Sentencias.
Es el mismo en el Amor y en el Perdón al hombre,
ya que el hombre tiene a Dios olvidado.
Dios sigue amando al hombre.
Todo esto es medicina
que sin duda alguna cura,
porque Dios, su medicina
es para la Salvación del hombre
y para donde no haya pecados,
que haya hombres.
Por eso esto es para el mundo entero,
y ya Dios irá secando en algunos sitios
y en otros floreciendo.
Secando, donde aquí quieran silencio.
Y floreciendo, donde quieran escándalo.
Todo lo que dicte Dios,
mande y haga, será escándalo,
que el mismo hombre lo forma
al querer tener callado.
¡A más gente buscará
el que Él le dé el Mando!
Desperté, oí:
Puede el hombre
comprobar este Caso,
y no pondrá compañero.
Y también puede estudiar
que por uno que no quiera,
más de mil se enterarán.
¡No que se enterarán,
que ya fueron enterados mil,
por poner algún número!
Este Caso Dios mandó
que se hiciera mundial,
y el hombre no obedeció,
el que le tocó empezar.
Hoy será sin discutir,
porque discutir sería:
primero, no amar a Dios;
y después, no entender de Teología.
¡Ese mundo,
que el hombre vive prestado
en la Tierra que sus pies
están pisando!
¡Ese mundo,
si Dios dijera a la Tierra “Sí”,
quedaría el mundo enterrado!
¡Ese mundo,
que si Dios no sujetara,
los mares se saldrían de su sitio!
Pero en defensa de Dios,
dejando a hombres y montes
donde viven los corales,
donde están los tiburones.
Este Caso
no quedará en la Historia
para que sirva
como una cultura más.
Este Caso, hoy viviente,
es para al mundo enseñar.
Como lo fue su Venida,
que aún discutiendo están,
pero saben que no es mentira.
Pues igual pasa
a este Mando que Dios manda
y que se dicta.
¡A más quieran que se calle,
más gritos darán Arriba!
Si buscan un caso igual,
que digan: “Esto es mentira”.
***
Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 34-35-36-37
sábado, 18 de mayo de 2013
Grandes bibliotecas quitarían libros, ocupando el sitio éstos
En Sueño Profético hablaban de las cosas del espíritu, del espíritu y la carne, de la materia movida por espíritus no de Dios; de la Divinidad, que cuando actúa en una persona, en ese momento, Dios paraliza la actuación de la materia, por ser Dios y Actuación Él mismo. Se referían a mí.
Hablaban de Catalina de Siena, del grado que tuvo cuando vivió con materia. Hablaban de Agustín de Mónica, de Tomás de Aquino, de José de Calasanz, de Francisco de Sales, y del gran Domingo de Guzmán, saliendo el nombre de Juan Bosco, y muchos más Aquí no dictados.
Dijo Tomás:
Pues publicando todo lo hecho a este espíritu durante estos escasos 20 años, no hay nada que lo iguale en abundancia.
Grandes Escritos hay de espíritus que Aquí vinieron traídos por Dios. Pero que compare el hombre. Grandes bibliotecas quitarían libros, ocupando el sitio éstos. Si escrito tiene porque de Aquí fue dictado, más tiene en Sabiduría dada por Dios. Ella está preparada para que de ella oigan. Ella oye sin saber y responde sabiendo, conoce el Lenguaje de Dios donde la Actuación Dios haga, conoce las Palabras de Dios aunque Dios no dé Palabras.
Desperté, oí:
¿Qué diría el hombre a este Escrito
que Aquí le hemos dictado?
Que no puede haber mentira,
porque está por Dios dictado.
Lo mismo que en el Arrobo,
otra vez Aquí dictamos:
¿Por qué no puede hablar Dios
para que sea publicado
y se entere que Dios habla
el hombre que nunca ha amado?
Que comparen y pregunten,
que ya les dará respuesta.
La respuesta ya es de Aquí:
“no creo que duda esto tenga”.
Ella ya está preparada
para enseñar y que aprendan.
Pero si el hombre no ama,
que Dios le ajuste las cuentas.
***
Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 75-76-77
Hablaban de Catalina de Siena, del grado que tuvo cuando vivió con materia. Hablaban de Agustín de Mónica, de Tomás de Aquino, de José de Calasanz, de Francisco de Sales, y del gran Domingo de Guzmán, saliendo el nombre de Juan Bosco, y muchos más Aquí no dictados.
Dijo Tomás:
Pues publicando todo lo hecho a este espíritu durante estos escasos 20 años, no hay nada que lo iguale en abundancia.
Grandes Escritos hay de espíritus que Aquí vinieron traídos por Dios. Pero que compare el hombre. Grandes bibliotecas quitarían libros, ocupando el sitio éstos. Si escrito tiene porque de Aquí fue dictado, más tiene en Sabiduría dada por Dios. Ella está preparada para que de ella oigan. Ella oye sin saber y responde sabiendo, conoce el Lenguaje de Dios donde la Actuación Dios haga, conoce las Palabras de Dios aunque Dios no dé Palabras.
Desperté, oí:
¿Qué diría el hombre a este Escrito
que Aquí le hemos dictado?
Que no puede haber mentira,
porque está por Dios dictado.
Lo mismo que en el Arrobo,
otra vez Aquí dictamos:
¿Por qué no puede hablar Dios
para que sea publicado
y se entere que Dios habla
el hombre que nunca ha amado?
Que comparen y pregunten,
que ya les dará respuesta.
La respuesta ya es de Aquí:
“no creo que duda esto tenga”.
Ella ya está preparada
para enseñar y que aprendan.
Pero si el hombre no ama,
que Dios le ajuste las cuentas.
***
Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 75-76-77
miércoles, 24 de octubre de 2012
Grandes Elegidos, grandes Teólogos
En Sueño Profético decían:
Estos grandes Elegidos, gran servicio hacen a Dios con la Sabiduría que dejaron escrita en la Tierra.
Dijo Agustín:
Siendo la misma Sabiduría, por ser todo el mismo Dios, estos Escritos darán más escándalo; estos Escritos son con más Enseñanza, con más profundidad; estos Escritos son manta grande, que dan abrigo a todo el que quiere, y nunca les faltará manta.
Ya dijo Tomás de Aquino:
Esto es grande Enseñanza, y fácil el aprenderla; es una Teología sin poder igualarla con ningún libro que hable de temas que dejaron escritos antes otros Elegidos. Hay grandes cosas escritas teológicas: pero una Palabra de Dios, mil del hombre.
Aquí, Agustín, no suena el nombre del Elegido, aquí sale la publicación virgen. Esto ha sido Mando de Dios. De estos Libros, ya, el literato, cogerá riachuelos que nunca igualarán al mar. Son Palabras que pasan por todas las mentes comprendidas; son Teología que Dios quiere implantar al hombre que se cree con Teología gastada, con Teología que ha perdido fuerza y colorido. Aquí, con estas vivas Palabras, se puede enseñar con facilidad de esta Gloria, se puede a Dios acercar el hombre.
Los teólogos que mis escritos lean, ven mucha más fuerza en estos que Aquí dictamos. Si al leerlos los estudian con Amor a Dios y queriendo que esto sea de Dios, a Dios le quitan la guerra, y al Comunicante algo le verán del contacto de Aquí.
Desperté, oí:
Si piensas sólo en Dios al hablar con el que Aquí viene, algo verás.
Si lees lo que le dictan, pensando en Dios, algo verás que sea de Aquí.
Dos grandes teólogos, hoy dan las notas, notas que Dios ha mandado.
Buena seguridad da Dios, en que estos Libros los compares.
Te da la seguridad con estos grandes Doctores:
El gran Santo Tomás de Aquino, como lo llaman los hombres.
Y el grande San Agustín, pecador y luego Santo.
Estos dos ven estos Libros con literatura grande.
Tan grande, que si los lees, tan sólo de Dios acordarte, puedes perder la razón cuando leas sólo: “oí”, “En Sueño Profético vi”, y, “me explicaron”.
Si aquí no pierdes la razón, no te des por perdonado.
Porque Aquí le dan el valor, los mismos que hemos dictado.
TOMÁS DE AQUINO Y AGUSTÍN DE MÓNICA
***
Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 157-158-159
Estos grandes Elegidos, gran servicio hacen a Dios con la Sabiduría que dejaron escrita en la Tierra.
Dijo Agustín:
Siendo la misma Sabiduría, por ser todo el mismo Dios, estos Escritos darán más escándalo; estos Escritos son con más Enseñanza, con más profundidad; estos Escritos son manta grande, que dan abrigo a todo el que quiere, y nunca les faltará manta.
Ya dijo Tomás de Aquino:
Esto es grande Enseñanza, y fácil el aprenderla; es una Teología sin poder igualarla con ningún libro que hable de temas que dejaron escritos antes otros Elegidos. Hay grandes cosas escritas teológicas: pero una Palabra de Dios, mil del hombre.
Aquí, Agustín, no suena el nombre del Elegido, aquí sale la publicación virgen. Esto ha sido Mando de Dios. De estos Libros, ya, el literato, cogerá riachuelos que nunca igualarán al mar. Son Palabras que pasan por todas las mentes comprendidas; son Teología que Dios quiere implantar al hombre que se cree con Teología gastada, con Teología que ha perdido fuerza y colorido. Aquí, con estas vivas Palabras, se puede enseñar con facilidad de esta Gloria, se puede a Dios acercar el hombre.
Los teólogos que mis escritos lean, ven mucha más fuerza en estos que Aquí dictamos. Si al leerlos los estudian con Amor a Dios y queriendo que esto sea de Dios, a Dios le quitan la guerra, y al Comunicante algo le verán del contacto de Aquí.
Desperté, oí:
Si piensas sólo en Dios al hablar con el que Aquí viene, algo verás.
Si lees lo que le dictan, pensando en Dios, algo verás que sea de Aquí.
Dos grandes teólogos, hoy dan las notas, notas que Dios ha mandado.
Buena seguridad da Dios, en que estos Libros los compares.
Te da la seguridad con estos grandes Doctores:
El gran Santo Tomás de Aquino, como lo llaman los hombres.
Y el grande San Agustín, pecador y luego Santo.
Estos dos ven estos Libros con literatura grande.
Tan grande, que si los lees, tan sólo de Dios acordarte, puedes perder la razón cuando leas sólo: “oí”, “En Sueño Profético vi”, y, “me explicaron”.
Si aquí no pierdes la razón, no te des por perdonado.
Porque Aquí le dan el valor, los mismos que hemos dictado.
TOMÁS DE AQUINO Y AGUSTÍN DE MÓNICA
***
Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 157-158-159
martes, 28 de junio de 2011
Grandes respuestas de Dios - Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 180-181
En Sueño Profético hacían preguntas y daban respuestas.
Ésta era una pregunta:
–¿Por qué el hombre persigue tanto la Palabra de Dios?
Otra voz contesta:
–Por falta de creer en este Dios. Y el que cree, por falta de Amor.
–¿Por qué sufre el que Dios elige?
–Porque su espíritu vive el Mando de esta Gloria y tiene que comunicar el Mensaje en el mundo material, donde el pecado, con libertad, lo vive el hombre.
–¿Cree el hombre que Juzga a Dios, que no peca?
–No aceptar, ya es pecar. Y juzgar es no creer en Dios.
–¿Elige Dios porque es Dios o porque el Elegido quiere?
–Dios se ve más que es Dios porque deja al hombre que desprecie su Gloria, y elige cuando ya sabe está un grande Amor esperándolo.
–¿Pueden llenarse de vanidad estos Lugares?
–No, porque la Humildad de Dios no deja sitio al mal espíritu.
–¿Puede callarse el “Di” que Dios da al Instrumento?
–Si no es Dios, hay silencio. Si es Dios, formarán la guerra, pero su Palabra hará sepulturas y levantará a los muertos, reconociendo es Dios.
–¿Si el hombre pensara en el abandono que tiene que darle a todo lo material, empezando por su cuerpo, se quitaría el egoísmo?
–No tendría que quitarse, porque no existiría.
Desperté, oí:
Grandes respuestas da Dios
en espíritus de esta Gloria.
Las preguntas son del hombre,
y también son las respuestas.
Aquí las dicen en Gloria
para que el hombre aprenda.
Y él solo se aplique frases,
reformando su conciencia.
Hay Palabras para el que ama
y para el que forma la guerra.
El que ama, notará la Paz
que al leer le queda.
***
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