En Sueño Profético vi el mar y hablaban dos hombres.
Dijo uno:
Aquí, en este sitio, me contó mi padre, que vio convertirse un incrédulo que siempre se aferraba a que no había Dios. Nos contó mi padre, porque éramos dos hermanos, y nos juntó a los dos y a mi madre para contárnoslo, que estaban unos amigos con este incrédulo y que todos trataban el hacerle comprender que Dios había y que estaba Vivo. Viendo los amigos que seguía tan testarudo, le dijo uno:
–No sé si me das miedo o compasión.
Se quedó el testarudo mirando la Grandeza de Dios hecha en la Tierra, y dijo estas palabras:
–Para que yo dijera que había Dios, tendría que ver moverse el mar.
Dicen que se puso pálido, y de pronto vieron el mar que lo seguía, quedando mojado hasta la cintura. Estaban a dos metros escasos del mar, y todos los que con él estaban quedaron secos. Dicen que todos vieron correrse el mar y, de momento, volverse a su sitio. Quedó como una columna de arena en el sitio que estaba él. Acudió la gente que por allí andaba, y todos pudieron comprobar que la columna sola seguía creciendo, durando su crecimiento hasta la puesta del Sol, derrumbándose sola y presenciado por varios.
Desperté, oí:
Él no creía, pero quería ver.
Dios pudo hacer que él viera,
y que no lo vieran a él.
Pudo hacer que el mar se lo llevara
y nadie supiera de él.
Dios hizo su aparición
viendo tan sólo a Él.
Y dejó que todos vieran
el Mando de su Poder.
El mar obedece a Dios
por no tener Libertad,
y el hombre no obedece
por la mucha que Él da.
Cuando el hombre no obedece,
siempre es por falta de amar;
debía de hacer desprecio
a la mucha Libertad.
***
Libro 6 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo I - Pag. 202-203
Dios da libertad al espíritu para que se posicione.Obligar a entrar en la Gloria sería adulterar el Amor,y eso ya ocurre en la vida material.
ResponderEliminarLe pido a Dios que me quite la libertad, Si con mi libertad le hago sufrir.
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