viernes, 28 de diciembre de 2012
Si tratas con caridad al inferior a ti, puedes quitarle los defectos
En Sueño Profético yo decía:
Señor, todo lo que yo dé, sea bien dado; no me importan los defectos, yo busco la necesidad. Si salario no tienen y además tienen enfermedad, yo sé que Tú quieres que sean visitados por mí y por todos los que Te amen.
Apareció un hombre con dos muletas, y dijo uno:
Éste tenía grandes defectos, y fue por muchos despreciado, pasó por humillaciones, y hubo quien después de ampararlo, lo maltrató.
Viendo esta escena, pasó uno –uno que a Dios amaba– y le tuvo compasión. Le preguntó:
–Dime, ¿por qué te maltratan?
Le contestó el pordiosero:
Nunca oí tal palabra;
siempre viví viendo mal ejemplo,
malos tratos y malas palabras,
pero ya desde este momento
no quiero ni recordarlas.
¿Sois a caso de esos enviados
que dicen que aquí Dios manda?
Porque yo siento en mi cuerpo
algo que antes no me pasaba.
Le ofrecí un buen refugio,
le di pan y le di cama,
pero le di palabras de Amor,
palabras que a Dios agradan.
Desperté, oí:
Si tratas con caridad al inferior a ti, puedes quitarle los defectos.
Yo, Juan de Dios,
al ver el trato tan mal
que a este pordiosero daban,
a Dios le pedí por él,
para que lo reformara.
Da de comer al hambriento,
y a su espíritu
dale palabras de Amor.
Y también viste al desnudo,
pero vístelo por Dios.
Y defectos y pecados,
esto déjaselo a Dios.
Que si tú con Amor lo tratas,
él ya llamará a Dios.
Y una vez que ya Lo llame,
es para pedirle perdón.
Perdón que éste recibe
de Boca del mismo Dios.
***
Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pag. 160-161-162
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En el trato al prójimo,no olvidemos el pensamiento de Anita: SEÑOR, QUE QUIEN ME MIRE TE VEA Y QUE QUIEN TE VEA NO TE OLVIDE.
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